Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro protagonizaron anoche en La Bombonera un clásico muy mal jugado en el que ninguno de los dos contó con la menor elaboración de fútbol y el resultado no podría haber sido otro que un elocuente cero a cero. El encuentro fue válido por la 14ta fecha del Torneo Final.

En un primer tiempo que resultó muy poco interesante, Boca con un Riquelme que no estuvo encendido, se situó en campo del adversario, mientras que San Lorenzo esperó atrás para salir de contraataque.

La circulación del equipo local comenzó siendo prolija, con la conducción de Riquelme muy lejos del área rival, por lo que San Lorenzo con eficaces aportes de Valdés, en el fondo, y de Ortigoza, en el medio, no sufrió sobresaltos. La mejor jugada de ataque de Boca ocurrió en el minuto 15 y la manejó Riquelme con cesión para la llegada por derecha de Emmanuel Gigliotti, quien remató muy desviado.

La mejor escena para Boca ocurrió recién a los 23 del complemento, en un contraataque que comenzó Claudio Riaño y continuó Riquelme, quien con una apertura hacia la derecha buscó a Cristian Erbes, que se apuró al rematar y rechazó Torrico. De inmediato Correa se le escapó a Daniel Díaz, quedó solo ante Orión, pero demoró la definición y prevaleció el arquero. A los 25 Romagnoli, se ganó la expulsión con un golpe desde atrás y dejó condicionado a su equipo. El anfitrión trató de hacerse más ofensivo con el ingreso de Luciano Acosta por Hernán Grana y en su primera intervención el juvenil colocó una buena entrega para Riaño, cuyo remate tapó Torrico y, a continuación, Gigliotti, de cabeza, la dejó en las manos del guardavalla. A los 45, Riaño quedó en buena posición ante Torrico y no logró resolver porque lo desplazó lícitamente Buffarini y el balón le quedó al guardameta.