Con el telón de fondo de la plaza principal de Caucete, a las 8.00 de hoy se largará la edición 50 de una carrera que nació con la idea de llevar la pasión del ciclismo sanjuanino a una provincia vecina. Ya tenía casi 40 años la Mendoza – San Juan, la clásica más antigua del calendario. Otras tres competencias adquirieron esa categoría: la Doble Media Agua (la de más ediciones), la Doble Calingasta, y la Doble Difunta Correa.

Luego de organizar dos veces la Doble Bermejo, que convocaba a gran cantidad de ciclistas riojanos, los dirigentes del Caucete Pedal Club se pusieron de acuerdo con sus pares del Club River, de Chepes y organizaron una competencia que unía a las dos provincias. En este caso no eran ciudades capitales, como San Juan y Mendoza; pero si Departamentos pujantes, de gente laburante, que sentía el ciclismo con un fervor inusitado.

Empujados por quien fue el primer presidente, Orlando Carrizo Luna, se encolumnaron un grupo de notables cauceteros que le quitaron minutos, horas y días, a sus familias para dedicarlos a montar cada año la carrera. Una legión de cauceteros, por un lado, y chepeños, en la otra orilla, golpeaban puertas para conseguir apoyos, fundamentalmente en Chepes, donde la caravana debía pernoctar, porque después de la etapa de ida, y del tradicional circuito en el casco urbano de la ciudad riojana, había que descansar para largar al otro día desde Marayes, hasta Caucete. La hostería del Automóvil Club no daba abasto, por lo que familias chepeñas ofrecieron sus casas para alojar a ciclistas y dirigentes.

El riojano, de Chamical, Raúl del Rosario Ruarte es quien más veces la ganó: Cuatro, en 1989, 90, 92 y 92

Los tiempos cambiaron, las rutas también. Todo se modernizó. Y en ese interín la carrera creció hasta convertirse en la clásica moderna del ciclismo sanjuanino. Un ciclista riojano, posiblemente, el que más y mejor dejó a su provincia en el mundo del pedal, Raúl del Rosario Ruarte es quien más veces la ganó. Lo hizo en cuatro ocasiones: 1989, 1990, 1992 y 1994.

Hoy se largará una edición más. Distinta, más larga, porque a las clásicas tres etapa (de unos año a esta parte, la última se larga en Vallecito y culmina con un circuito en Caucete). Una versión que ofrece un dineral en premios, casi 800.000 pesos. Una que agrega un tramo sabatino que se largará en Tello, irá hasta Milagro y culminará en Chepes. Una que promete ser inolvidable.