No hay vuelta. El objetivo está cumplido. La Selección argentina de fútbol le ganó 5-2 a Paraguay y, a dos fechas del cierre de la Eliminatorias Sudamericanas de fútbol, ya logró ganarse un lugar en el Campeonato Mundial del año que viene que se jugará en Brasil.
El equipo que dirige Alejandro Sabella ganó bien. Lo hizo en base a sus grandes individualidades y a su mortífera efectividad a la hora de definir. Paraguay nada pudo hacer, pese a que jugó en su casa.
El partido arrancó con movilidad de los dos, pero fue la Argentina la que intentó más por el simple motivo de adueñarse del balón. La primera de real peligro se dio a los 6’, cuando Palacio, por poco, no conectó un centro de Aguero. Dos minutos después, el peligro merodeó en el arco de enfrente porque la defensa argentina se durmió y Núñez -el más peligroso toda la noche- no pudo darle de lleno.
Hasta que a los 10’ llegó el penal del arquero Fernández al “Kun” Agüero, quien intentó eludirlo luego de una furibunda contra albiceleste. La pena la ejecutó Messi que, con pasmosa tranquilidad, la metió abajo, al otro palo que eligió el arquero paraguayo.
El local pareció caerse como un castillo de arena y Argentina empezó a llegar con claridad. Pero a los 17’ llegó la inesperada igualdad. Fue tras un centro de la izquierda, que alcanzó a tocarla Núñez, anticipándose a la marca de Coloccini, para descolocar al arquero Romero. El gol sorprendió al equipo de Sabella.
Por eso, el juego argentino se hizo inconsistente. Perdió el dominio de la pelota. Pero, por esas cosas que tiene el fútbol, cuando no brillaba, llegó al segundo gol a través de Aguero. A los 31’ cayó un centro que Messi bajó de pecho y el “Kun” la cruzó por abajo. Golazo. Y otra vez una vuelta de página en el partido.
Desde ese momento y hasta el final de la primera etapa, Argentina justificó la ventaja. Sobre todo por la jerarquía individual de sus figuras.
En el complemento, los goles de Di María (4’) y de Messi (7’) liquidaron el partido. Paraguay bajó los brazos (a pesar que descontó en el cierre) y Argentina se dedicó a rotar y mover la pelota (y sumar un quinto tanto). Fue goleada y boleto a Brasil 2014. Al fin y al cabo lo que importa.