Buenos Aires, 1 de marzo.- Sus pisadas y talento llamó mucho la atención. En un fútbol cada vez más concentrado en los pases, en un ambiente inmenso de empresarios atentos al negocio, la situación de Rubén Botta, jugador sanjuanino de Tigre que termina su contrato en junio de este año, hizo prender las alarmas. No pasó demasiado tiempo para que tuviera un interesado poderoso.
El Inter de Milan le hizo una oferta formal al representante de Botta, de 23 años, para sumarse a mitad de año aunque, en un principio, la idea no sería sumarlo al plantel profesional sino conseguirle un préstamo a un club brasilero. En la dirigencia Neroazurrra pretenden que el jugador saque un pasaporte italiano para no ocupar un cupo de extranjero.
Juventus y la Roma son otros dos equipos que están interesados, aunque no hicieron ninguna oferta formal. La negociación resulta tentadora porque , salvo el arreglo del contrato, no se pondrá más dinero ya que el pase le pertenecerá al propio jugador.