Su buena condición física que le permitió pedalear, casi, 43 kilómetros solamente acompañado de su sombra y la lucidez mental para aprovechar el momento justo para atacar metiendo el estiletazo letal, fueron las virtudes en las que se apoyó el ciclista de montaña albardonero Julio Brizuela para quedarse ayer con la clasificación general de la clásica Nikizanga- Difunta Correa, segunda prueba del campeonato de rally maratón que tiene en disputa, por tercer año consecutivo, la Copa Challenger DIARIO DE CUYO.
Un total de 576 pedaleros asistieron a la convocatoria del Andes MTB. Muchos, de ellos, llegaron de distintos departamentos sanjuaninos y de provincias cercanas para dar vida a la carrera, que como en ocasiones anteriores, en la categoría Elite, se centró en cuatro o cinco nombres.
Brizuela, de 25 años, ex atleta y padre de tres hijos, venía encabezando el pelotón cuando entraron al primer arenal. Se habían corrido recién 5 kilómetros del total (48 km) que debían cubrir, cuando se dio la alternativa que definió la competencia.
Brizuela entró y salió primero del arenal, donde se podía pasar de uno en fila. El segundo ciclista se enterró en la arena y para no caerse debió bajarse, lo que obligó a que todos los que venían detrás suyo hicieran lo mismo para no golpearse. Esta incidencia permitió que el albardonero sacara unos 200 metros de ventaja, que se fueron ampliando mientras el seguía su viaje a un ritmo parejo, eligiendo la superficie por la que tenía que transitar y el resto, entre ellos, Mauro Berrocal, Martín Soler y Gonzalo Tellechea, no se ponían de acuerdo entre salir a buscarlo individualmente o tirar juntos.
¿Resultado? Brizuela llegó escapado al final marcando un nuevo récord en la carrera al parar el cronómetro en 1h.56m.28s. aventajando por amplio margen a sus rivales mas directos.