Buenos Aires.- Esa tranquila ciudad a 260 kilómetros de la Capital Federal se revolucionó de golpe. No es la euforia del ascenso de su equipo representativo, sino el caos interno que atraviesa la institución por ocupar el último puesto en la tabla de promedios. La salida del histórico Sergio Lippi se encadenó con la llegada del encendido Ricardo Caruso Lombardi y la polémica situación del delantero Carlos Bueno.

En las últimas horas, el club decidió desvincular al ex San Lorenzo, una resolución que en principio se emparentó con la mala relación acumulada con el entrenador que arribaba. Pero rápidamente el Presidente de Sarmiento salió a aclarar los tantos y lo liquidó: ‘Vino de joda, estuvo en un boliche de Junín y lo vio toda la ciudad’.

Lejos de desligarse por lo sucedido, el propio Bueno reconoció su mal accionar. ‘Le dije al Presidente que la culpa fue mía por una foto que publicaron de mi auto en un pub. En definitiva, fui a tomar una cerveza y 4:30 me volví. No tuve problemas con nadie como se dijo…’, aceptó su falla el charrúa.

‘Le dije que hiciera lo que entendiera. Me vino a hablar mal y no me gustó. Yo respeto a todo el mundo. Le dije ‘me quiero ir’ y se firmó. Caruso no tiene nada que ver en esto. Los compañeros vinieron a casa a saludarme pero no se podía hacer nada. Cambió mucho el fútbol. Convivís con personas que no conocés, pibes que tienen otro pensamiento. A veces pienso ‘ya está’, pero quiero jugar hasta los 40 años’, amplió su explicación en diálogo con dos radios diferentes (AM 1410 y Sport 890).

Por último, anunció que está cerca de firmar a Argentinos Juniors que tiene un cupo libre por la lesión de Ezequiel Ham, quien a raíz de nuevos estudios conoció que recién podrá volver a jugar el próximo torneo. ‘La intención era venirme a Uruguay, ir a jugar a Wanderers de Artigas hasta mayo. También pensé en retirarme. Pero salió lo de Argentinos y llevo 17 años en esto y a veces uno no se siente bien’, avisó.