Hizo todo lo posible para repetir la hazaña, pero sobre el final se le escapó. Angel Cabrera volvió a ser protagonista de una definición del Masters de Augusta, como en 2009, cuando fue campeón. Pero esta vez no pudo festejar, perdió en un desempate directo con el australiano Adam Scott, que finalmente se coronó y se vistió de verde.

Lejos del favoritismo, Cabrera llegó al certamen con el peso de la historia que lo acompañaba, pero en pleno resurgimiento, tras algunos años de luchar contra la adversidad. Acompañado por su hijo Angelito como caddie, el Pato sorprendió el sábado, cuando terminó la tercera jornada como líder, junto a Brandt Snedeker.

En el inicio del cuarto y último día, el cordobés se mantuvo entre los primeros lugares y, antes del inicio de la primera vuelta, encabezaba las posiciones con un registro de -9. Sobre el final, en el hoyo 13, caminó por la cornisa cuando el tiro se le fue al agua y Jason Day le arrebató la cima, con cinco por jugar.

Corrió los último hoyos de atrás, con la ventaja de cerrar la jornada. Así, supo apretar el acelerador sobre el final. En el hoyo 16 (par tres), hizo un boggie y, con -8, volvió a recuperar la cima, compartida, ahora, con Scott, con quien peleó hasta el final.

El hoyo 18, el que debía definir todo, condensó el nerviosismo de cuatro días de acción. Sin que influyeran los efectos extradeportivos, Cabrera y Scott se lucieron con boggie, completaron la segunda vuelta con -9 y forzaron un desempate.

Fue en el segundo hoyo del desempate que el australiano encontró la ventaja. Cabrera pudo completar el par, pero Scott logró un boggie que lo coronó campeón.