Podría definirse como un trueque. Un cambio de posiciones para de esa manera Sportivo Desamparados tener desde ayer nuevo presidente con la oficialización de Pedro Ponte, quien era el tesorero del club, en lugar de Carlos Lanusse quien abrió el diálogo diciendo: “Mi gestión ha cumplido una etapa, mi función como presidente la voy a delegar a Pedro Ponte”. De esta manera y todavía en un mismo periodo (de dos años), el Víbora tiene un tercer presidente, más allá que legalmente Ricardo Salvá lo es, quien hoy tiene una licencia, y por eso lo estaba suplantando el 1er vocal, Lanusse.
Incluso, Ponte llegó a la dirigencia de Sportivo cuando Salvá se hizo cargo del club en el 2011, ya que antes sólo se definió como un “hincha fanático de Sportivo”. Con Ponte a la cabeza, y con el mismo grupo actual de dirigentes, el objetivo es saldar el déficit económico de la institución que es de $2.100.000. El cargo lo ocupará por 5 meses, hasta que en junio se realice la asamblea, en la cual ayer tras su oficialización adelantó que armará su lista para presentarse formalmente a las elecciones de este año para ser el presidente de la institución Puyutana.
Y es que detrás de su arribo como cabeza del club, hay una historia por la cual se dio. Durante todo este periodo Ponte siempre aportó dinero al club -al igual que otros dirigentes-, pero en la actualidad la deuda que tenían con los jugadores era muy grande y fue Ponte quien puso esta semana $700.000 para dejar al plantel al día. No obstante, la versión es que aceptó poner esa suma de dinero a cambio de pasar a manejar la institución. “Esta semana me decidí a ser el presidente”, contó para darle más claridad al porqué de su asunción, más allá que ayer nadie de la institución en la conferencia de prensa lo admitió y todos se refirieron a que son un grupo.
“Es la misma Comisión y sólo cambiamos de lugar porque el club está en una situación complicada, con un gran déficit y la única manera de sacar esto adelante es poner los sueldos al día y estar todos juntos”, destacó Ponte al momento de su presentación y luego que hablaran Lanusse y Salvá.
La principal meta de Sportivo, y que es el objetivo por el cual se cambió de cabeza, es ponerse al día con todo el dinero que deben. Tarea complicada porque al déficit actual se le agrega que el gasto mensual ronda los $600.000 y al club le ingresa menos de esa cantidad. “El camino nos va a costar, pero desde este lugar tenemos la fuerza y el desafío para afrontarlo y porque la única forma de levantar al club es inyectándole plata. Tenemos muchas ideas y tomé esto como un desafío, que es como me manejo en la vida”, agregó el presidente.