Nada es imposible para este UPCN y en su corta pero brillante vida en la elite del vóleibol nacional, sólo le quedaba una deuda pendiente que era ganar la Copa ACLAV para completar la cuádruple corona (ya sabía lo que era obtener la Liga Argentina, Súper 8 y Copa Master) y anoche lo logró en Chaco tras vencer con contundencia y un vóleibol que no tuvo fisuras, a Buenos Aires Unidos por 3-0 (25-20, 25-21 y 25-16).

El mejor UPCN estuvo en acción y nunca dejó a BAU reaccionar. El mismo equipo que en la fase clasificatoria lo había superado 3-0. Pero ayer el dulce sabor de la revancha tuvo el premio que Los Cóndores fueron a buscar en la segunda vez que llegaron a la final de este torneo (la anterior fue en la temporada 2009-10 y perdieron con Bolívar).

“Lo que hicieron los muchachos fue bárbaro y era la deuda que teníamos. Ahora vamos por más porque hay que mantenerse y para lograr eso hay que ganar porque el campeón está vigente”, dijo tras la consagración Fabián Armoa, el entrenador gremial que guió al equipo en todos los torneos que se adueñó.

Y desde el comienzo del partido UPCN mostró cuales eran sus intenciones, porque cuando parecía que iba ser palo por palo, Olteanu metió un punto de saque para irse arriba por 6-3. No obstante los marplatenses achicaron distancia (10-9). Pero Olteanu metió una tapa y Guerra, elegido el mejor jugador de la final, afinó la puntería, sumado a que cuando a Ramos y Bengolea la rotación los dejó en la red no fallaron (21-15). Con eso reguló y cerró el primer parcial 25-20.

La segunda manga arrancó con uno de los sellos de esta final en el campeón porque Bengolea anotó desde el servicio. No obstante Milinkovic y Marquez empezaron a sumar y BAU se escapó por 3, sin embargo la buena recepción, distribución de González y efectividad de Junior, más el ace de Guerra, llevó a que lo dieran vuelta 13-12. Sumado a que Bengolea bloqueó por duplicado (18-15) y UPCN entró en la recta final con un margen que le sirvió para ganarlo 25-21.

En el tercer set UPCN no le dejó lugar a la reacción al rival, mantuvo su contundencia y se fue al primer tiempo técnico mandando 8-6 con Evandro Guerra como abanderado. Junior festejó por el centro para con el 15-10 empezar a saborear el torneo porque BAU arriesgó al máximo y erró. De esta manera el partido le quedó en bandeja a UPCN que en una noche perfecta estampó el 25-16 para quedarse con el torneo que le faltaba en su historia.