Los comisarios del rally Dakar decidieron ayer cancelar la penalización de diez minutos impuesta hace dos días al español Carlos Sainz (Peugeot) por no haberse detenido tras haber golpeado supuestamente al piloto holandés de quads Kees Koolen durante un adelantamiento.

El jurado de la carrera consideró que Sainz no tuvo un comportamiento incorrecto en el incidente con Koolen tras analizar la telemetría del coche presentada por el equipo de Peugeot en su apelación.

Tras esta decisión, Sainz aumenta su ventaja como líder del Dakar de coches respecto a sus principales perseguidores, con el francés Stéphane Peterhansel (Peugeot) a una hora de distancia, y el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) a una y 24 minutos, cuando restan tres etapas por celebrarse.

El director del equipo Peugeot, Bruno Famin, explicó en una conferencia de prensa que la telemetría demuestra que Sainz redujo "significativamente" la velocidad al observar a Koolen en el camino y que activó hasta cuatro el sistema electrónico Sentinel para alertar al otro piloto su intención de adelantarlo.

Los mismos datos constatan que Sainz aceleró leve posteriormente y que dio un golpe de volante repentinamente, lo que coincide con la versión del piloto, que afirma que tuvo que esquivar al quad.