Una multitud de 73.000 personas lo recibió, disfrutó de su exhibición y gozó la victoria que antenoche obtuvo el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez (56-1-2, 38KO) sobre el británico Billy Joe Saunders (30-1-0,14KO) a quien no sólo le quitó el invicto, sino que también lo dejó sin el título supermediano de la OMB (Organización Mundial de Boxeo), en una pelea realiza en el magnífico AT&T Stadium, de Arlington, Texas.

El match que unificó tres de las cuatro coronas de la categoría (Canelo expuso sus cinturones del CMB y la AMB) se terminó cuando desde el rincón del púgil inglés se informó que no saldría a combatir en el noveno asalto. Una lesión en su ojo derecho, al que tenía cerrado, producto de una fractura del hueso orbital.

Hasta el momento de la definición el trámite favorecía a quien es considerado hoy el mejor púgil peso por peso, quien, apoyado en un trabajo paciente y minucioso de destrucción, fue minando a resistencia de un adversario veloz y movedizo que trató de conectar sus manos, pero en el balance de los golpes enviados y conectados fue superado por el mexicano.

Álvarez cortó bien las salidas al inglés y variando su ataque con golpes al cuerpo y combinaciones arriba, algunas con mayor eficiencia que otras, estaba arriba en las tres tarjetas de los jurados. En el octavo asalto se produjo la acción que terminó con las acciones. Un hook derecho conectado cuando Saunders intentaba salir de la zona de fuego haciendo cintura, provocó la lesión que derivó en el final anticipado.

El mismo Álvarez comentó, luego a la cadena televisiva DAZN "Sabía que ya no iba a seguir porque le quebré el pómulo", dijo el hombre que ya apuntó sus cañones hacia el invicto estadounidense Caleb Plant (21-0-0) monarca de la FIB para buscar arrebatarle el cetro y ser el único rey de la categoría de los 76,204 kilogramos (168 libras); en otra pelea que, también, será millonaria.

Hubo 10 mil personas más que en 1978 cuando pelearon Muhammad Ali y Leon Spinks, llevó Canelo Álvarez a la casa de los Dallas Cowboys, de la Liga de fútbol americano (NFL).

Directo al hospital

El británico sufrió una fuerte herida en la cuenca del ojo derecho y el entrenador no le permitió seguir. El británico fue trasladado inmediatamente a un hospital por una posible fractura. "No podía ver, hablé con Mark Tibbs y dijo que no podía ver, no lo dejó salir", explicó el promotor Eddie Hearn. Cuando se paró la pelea, los jueces también estaban dando la victoria al mexicano con puntuaciones de 77-75, 78-74 y 78-74.