Las 5.000 personas que estuvieron ayer en el Cantoni fueron muy respetuosas con el protocolo del tenis, ese que exige silencio absoluto mientras los jugadores buscan ganar cada punto, por más que cada partido fuera de exhibición.

El acondicionamiento del estadio estuvo a la altura de las circunstancias. La cancha y los paneles con las publicidades de color azul y el sector VIP en la parte inferior de la cabecera sur fueron algunos de los aspectos que provocaron que el Cantoni diera la impresión de ‘remodelado’. La presencia del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, junto al sanjuanino, José Luis Gioja, y la cobertura del torneo de medios nacionales escritos, radiales y televisivos (además de otras ciudades como Mar del Plata, San Luis y Mendoza) demostraron que no era importante solamente para el público sanjuanino.

El calor no fue agobiante en el estadio, pero igual la sed fue combatida de distintas maneras. Estaban los que se llevaron el equipo de mate, los que compraron gaseosa y los del sector VIP con una copa en la mano que un mozo siempre se aseguraba que no estuviera vacía.

El clima estuvo lejos de los acostumbrados a un partido de hockey o de voley. Una "gran Willy" de Gaudio provocó una de las pocas explosiones de delirio. Los puntos más emotivos siempre fueron respondidos con fuertes aplausos. La mejor bienvenida fue para Nalbandian, quien resolvió tan rápido su partido que la gente querrá verlo hoy un poco más en San Juan.