El español Carlos Sainz, ganador en 2010, con la Touareg Race 3 del equipo Volkswagen, volvió a quedarse ayer con la etapa del día del rally Dakar, que unió Córdoba con San Miguel de Tucumán, al superar por 1m.03s. a su compañero de equipo Nasser Al Attiyah, en un duelo que recordó la edición pasada.

En tanto, el francés Stephane Peterhansel (BMW), nueve veces ganador del Dakar, terminó tercero, a 1m.34s., aunque se mantiene segundo en la general a 3m.05s. del español y peligrosamente cerca del qatarí, a quien sólo le lleva 14 segundos de ventaja. Los tres primeros puestos de la etapa de ayer en autos ratifican una vez más dónde está la lucha y quiénes son los candidatos para llevarse la corona.

Por su parte, el mendocino Orlando Terranova, con un auto del equipo BMW y quien llegó a este Dakar con la misión de ayudar a ganar su compañero Peterhansel y terminar entre los cinco primeros, fue el mejor argentino clasificado con un quinto puesto a 8m.14s. de Sainz.

Aunque el español Sainz disfrutó poco y nada la victoria en la segunda etapa del rally Dakar, al volver a quejarse por problemas en los limpiaparabrisas que, aseguró, le han hecho perder "mucho tiempo" por la escasa visibilidad.

"No entiendo por qué seguimos teniendo este problema, ayer los mecánicos lo verificaron todo pero he vuelto a sufrir con los limpiaparabrisas que no funcionaban y una decena de kilómetros tuve que conducir muy despacio porque no tenía visibilidad por lo cual he perdido mucho tiempo", sostuvo el español, molesto por la persistencia del problema. Es que cuando los autos entran en zona de vados el barro se pega en los parabrisas y si no funcionan o funcionan mal, la visibilidad es casi nula. No obstante, Sainz admitió que pese a los problemas "ha ido bastante bien" al ganar la etapa.