Rosario, Télam
Llantos, insultos, miradas incrédulas y un silencio sepulcral marcaron la cara dramática del pueblo Canalla en la tarde más triste. El ocaso de Rosario Central terminó de concretarse en un partido que significó demasiada presión para sus jóvenes jugadores, especialmente por el dramatismo con el que se palpita el fútbol en Rosario. Central, popular equipo del interior, descendió a la segunda división después de 25 años consecutivos en primera, al perder con All Boys por 3-0, de local, en la revancha de una de las series de Promoción. En la contracara, el modesto equipo del barrio porteño de Floresta consiguió su plaza en la máxima categoría, en la que no militaba desde 1980.

Central, que jugará por primera vez en la B Nacional, sufrió el cuarto descenso en 120 años de historia, acompañado por el dolor de una multitud en el Gigante de Arroyito.

Cuando apenas se jugaban 7′, Central tuvo un error imperdonable. Burdisso y Braghieri fallaron en el cálculo para el rechazo lateral y Vieytes, con una volea imperfecta, sorprendió a Galíndez para el 1-0 visitante. El gol representó una pesada mochila para los rosarinos, desde entonces desesperados por corregir un partido que se transformó en la cuenta regresiva hacia el infierno.

En lo que siguió, el arquero Nicolás Cambiasso, hermano del Cuchu que juega en el Inter, protagonizó dos tapadas memorables. Hasta que finalizando ese primer tiempo All Boys mostró su contundencia: Tras un rebote Campodónico marcó el 2-0.

En el complemento, Madelón metió tres cambios pero el partido no varió. Tanto, que Vella clavó el 3-0 con un derechazo que significó el boleto a primera para All Boys y el sorprendente descenso rosarino a la B Nacional.