�Madryn, Télam
Quilmes, que partió desde el tercer puesto en la última fecha, regresó ayer por la tarde a la Primera División tras una temporada, al vencer a Guillermo Brown de Puerto Madryn por 2-0, de visitante, y clasificarse como subcampeón de la B Nacional. El uruguayo Martín Cauteruccio fue el héroe “cervecero” del ascenso, al convertir los dos tantos en el primer tiempo, con dos buenas definiciones a los 18 y 23 minutos.
Con la victoria, favorecido por las derrotas de Instituto de Córdoba y Rosario Central, Quilmes terminó la campaña en el segundo lugar con 72 unidades, detrás del campeón River Plate.
Las definiciones de Cauteruccio, dentro del área, ambas con la cara del pie derecho, resolvieron fácilmente el trámite de Quilmes y aumentaron la expectativa sobre lo ocurrido en los estadios restantes donde se definía el campeonato. El delantero, goleador de su equipo con 13 tantos, simplificó la victoria en cinco minutos. Primero, a los 18, con una buena maniobra personal en combinación con Rescaldani y luego con una precisa resolución ante Guirado, tras dominar un envío rasante de Pablo Garnier.
La virtud de Quilmes, se basó en la paciencia para la construcción del juego desde el inicio, sin acusar presiones por la urgencia del resultado. Con esa postura estableció eficaces circuitos entre sus mediocampistas y después Cauteruccio hizo lo suyo con notable oficio.
Brown, que reservó sus titulares para la serie de promoción ante Crucero del Norte de Misiones, ofreció resistencia hasta el primer gol y luego no tuvo argumentos, a excepción de los pelotazos, para dañar la segura estructura defensiva del rival.
Ante la considerable brecha de dos goles, que le aseguraban los tres puntos sin sobresaltos, Quilmes jugó físicamente en Puerto Madryn e inconscientemente en Núñez, Córdoba y San Juan, donde lo hacían sus rivales directos. En un lapso de la jornada, Quilmes se consagraba campeón, hasta que el primer gol de David Trezeguet para River lo relegó al segundo lugar, finalmente asegurado por las malas noticias para Instituto y Rosario Central.
Con esa tensión, se consumió el partido en el segundo tiempo, sin accidentes relevantes en su desarrollo y sólo con la atención puesta en el afuera hasta que se consumó el objetivo de volver.

