"Es el día más difícil desde que estoy en el club”. El presidente de Boca, Daniel Angelici, con esta frase enmarcó el complicado jueves que vivió debido a la decisión de la Comisión Directiva que encabeza de rescindirle el contrato (vencía a fines del 2015) a Carlos Bianchi, el DT más ganador de la historia del club. El pésimo presente del equipo, que perdió tres de los cuatro partidos que afrontó en el torneo doméstico y la eliminación tempranera en la Copa Argentina, desembocaron en la salida del Virrey, consumada oficialmente recién ayer por la tarde en una conferencia de prensa en la Bombonerita. En el mediodía, en Palermo, se dio el cónclave entre Angelici y Bianchi, donde el Virrey le repitió lo dicho al salir del vestuario el miércoles en La Plata y con el 1-3 ante Estudiantes bien fresco: "Tengo fuerzas para seguir y dirigir el domingo. Si ante Vélez no se da el resultado, me voy solo", le aseguró el coach, de 65 años. Luego de esa charla en casa del presidente, se acordó que dirigiera la práctica en la siesta en Casa Amarilla. Aunque todo cambió luego de una reunión entre el máximo dirigente y sus pares de Comisión Directiva tras el mediodía, cuando se definió ponerle fin al tercer ciclo de Bianchi en el xeneize, el peor de todos con apenas el 45% de efectividad de los puntos en disputa y sin ningún título. "’Yo le había expresado a Carlos que para nosotros (los dirigentes) era un ciclo terminado y luego de la votación con los dirigentes decidimos rescindir el contrato", afirmó Angelici, quien estuvo rodeado de la Comisión. Luego agregó que "no pensé en dar un paso al costado porque asumí el compromiso con los socios y voy a cumplir mi mandato hasta diciembre del 2015. Y sí escucho a los socios, pero prefiero que la gente me insulte a mí antes de que a los jugadores o al cuerpo técnico".