El año pasado el vivac estuvo en el autódromo El Zonda-Eduardo Copello, pero para esta edición se decidió cambiar el campamento en el que máquinas y pilotos terminaron la ardua jornada y donde pasarán la noche. El predio ferial, lugar para los grandes eventos que tiene la provincia, no quiso perderse el paso del Dakar, fue el elegido y por ello la ciudad estuvo copada y paralizada. Desde antes del amanecer, ya las calles adyacentes estaban cortadas y mientras se acercaba el arribo de las máquinas, la gente avanzaba sobre las vallas de contención. Adentro un verdadero parque automotor que fue tan grande en cantidad, que el predio se vio desbordado y varios vehículos de asistencia debieron quedarse afuera.

Pero más allá de eso, los cerca de 3.000 sanjuaninos que vieron cómo el Dakar rodaba por la ciudad, hicieron que todo se paralizara por más de seis horas, porque ni el fuerte sol hizo que se movieran de sus lugares para ver como los grandes pilotos llegaban. Desde el primero hasta el último recibió el aplauso de los sanjuaninos.

A las 15.12 apareció la primera moto y el público se transformó. Aplausos, gritos y la enorme cantidad de fotos para retratar a Marc Coma, el español líder de la general. Desde ese instante todo fue fiesta. Dos minutos después hizo su ingreso el francés Cyril Despres, ganador de la etapa, seguido por el chileno Francisco López.

El equipo KTM Racing empezó a repartir banderas y el público se transformó. Todos querían un recuerdo, sabiendo que ingresar al vivac estaba prohibido.

Mientras que dentro del campamento todo era organizado cuando las máquinas no llegaban. Los integrantes de los equipos almorzaban en la carpa donde todos se unen para comer. En el puesto de prensa se veía y escuchaba a periodistas del todo el mundo que pronunciaban San Juan a su manera.

Afuera, el público esperaba ansioso ver autos y cuatriciclos. Y en 60 segundos los tuvieron al alcance de sus cámaras. 16.44 la acelerada final de la Yamaha de Sebastián Halpern se escuchó. Fue otra ovación para el mendocino ganador de la etapa que unió Chilecito con San Juan, y pegado el qatarí Nasser Al Attiyah hizo su ingreso con el primer auto. De ahí hubo que esperar casi una hora para ver a los más grandes, dado que el camión de Vladimir Chagin asomó su gigantesco armazón a las 17.42.

Una vez adentro, los pilotos hablaron de San Juan. Javier Pizzolito, el mejor argentino en motos, dijo que "es muy lindo y pintoresco", Marc Coma que la provincia "tiene un terreno exigente en la montaña" en tanto que Alejandro Patronelli tiró que "acá me emocioné porque la gente tira buena onda".

Mientras que a su alrededor, sólo los privilegiados (acreditados) que estaban en el vivac podían observar cómo en 5 minutos una moto totalmente embarrada quedaba impecable. Cómo los autos eran desmantelados en segundos para ponerlos a punto para el día siguiente, cómo los pilotos -previo baño- se realizaban sesiones de masajes y cómo los sanjuaninos miraban con asombro cada movimiento, sabiendo que este espectáculo es único, que San Juan lo cobijó, en una día en el que la ciudad estuvo paralizada con ruido a motor.