Era esperado el partido. Faltó la otra parte, la hinchada visitante pero así y todo terminó con algunos incidentes en el mismo final y los jugadores fueron los protagonistas. Yevcin, el árbitro que fue duramente cuestionado por el técnico Hubert Piozzi en el final, ya había marcado el descuento de 4’ cuando sancionó una infracción sobre Rodríguez en el sector izquierdo. Vino para ejecutarlo Morales y algo cayó desde la tribuna. El volante de Unión no pudo ejecutar la falta y ahí se desató el torbellino de empujones, manotazos. Se armaron un par de parejas entre los jugadores que casi llegan a las manos como el arquero Gola, de Unión, con Hernán Palacios, de Del Bono. También participó Miguel González en esos escarceos y solamente cuando intervinieron los colaboradores de ambos cuerpos técnicos, se calmaron algo las cosas en un clásico que terminó caliente.