El ciclista italiano Sonny Colbrelli (Bahrain-Victorius) se impuso ayer en la 118º edición de la legendaria clásica París-Roubaix, disputada sobre 257,7 kilómetros, 55 de ellos sobre adoquines, en condiciones de extrema dureza y que los corredores terminaron exhaustos e irreconocibles, cubiertos de barro.

Con un tiempo de 6h01m57s, Colbrelli estalló en lágrimas tras ganar la extremadamente dura prueba que disputaba por primera vez en su carrera, batió en el sprint final a los dos ciclistas con los que llegó escapado a la meta, en el mítico velódromo de Roubaix: el belga Florian Vermeersch (Lotto-Soudal) y el neerlandés Mathieu van der Poel

(Alpecin-Fénix).

La edición 2021 de la carrera conocida como "El Infieron del Norte", estuvo marcada por la lluvia y el barro unidos a los duros tramos de pavimento empedrado, y la aventura en solitario del italiano Gianni Moscon (Ineos Grenadiers), que se escapó faltando 50 kilómetros y fue neutralizado por el trío de punta cuando faltaban 16 kilómetros.