Cuando más se sufre, más se goza. No hay caso. Ese sentimiento se cumple sí o sí. Porque cuando España ganaba por 2-0 en el primer tiempo, todo el mundo sufría. Adentro y afuera de la cancha. Después los chicos argentinos lograron el empate. Pero otra vez la visita quedó arriba en el tablero. Un nuevo empate y al alargue. Y ahí, en ese corto período de juego llegó el delirio. Dos goles para cerrar un 5-3 para el infarto. La Selección argentina Sub-20 está en la final. Y todo el mundo en el "Cantoni" festejó. Con el calor y el color que todos sueñan. A puro grito. Con el corazón latiendo a mil pulsaciones. Triunfazo en la semifinal del Mundial de Hockey Sobre Patines y hoy a definir la corona ante Italia, que ayer dio el golpe y dejó en el camino a Portugal en la otra semi ganándole 6-3.

Bello momento. Con distintas sensaciones. Dio gusto ver el estadio "Cantoni" a tope. Lleno de la ilusión que caracteriza a los sanjuaninos por este deporte. Con sabor a revancha pensando en aquella derrota ante los propios españoles en el Mundial pasado. Ese que se jugó en sus tierras. En Barcelona, donde el título quedó en manos del local.

Anoche todos pensaban en la dulce venganza. Pero desde que comenzó España dejó en claro que sería un duro rival. Pensante. Ordenado. Entonces los ataques argentinos no tuvieron la efectividad acostumbrada. El equipo albiceleste dominaba pero no llegaba con firmeza. Los españoles eran lo contrario. Más verticales. Más directos. Por eso no extrañó que se diera la apertura del marcador antes de los 5 minutos. Saavedra tiró de lejos. De rastrón. Y venció a Carrión. Los dirigidos por "Juanma" Garcés entraron en un desconcierto impensado. Muy rápido los nervios empezaron a jugarles una mala pasada.

España, confiado en lo suyo y ordenado siempre, siguió moviéndose con criterio. Por eso antes del final de la etapa estampó el segundo gol (Moncusi). Y, a decir verdad, España le hizo precio. De no haber sido por las tremendas atajadas de Juan Manuel Carrión, la Argentina podría haberse ido al descanso perdiendo por más goles.

La Argentina ganó dos Mundiales: Cali 1999 y Malargüe 2005. En ese entonces la categoría era Sub-20.

Pero el segundo tiempo fue completamente distinto. El equipo Albiceleste salió decido a empardar. Se llevó por delante a su rival. Y antes de los 5′ lo logró con goles de Olmos (de penal) y Giuliani (de libre). Minutos después otra vez España arriba y cerca del final el empate de Torres. Todo, por ese entonces, con adrenalina pura. El alargue y Argentina por primera vez arriba (Torres). Y ya en el mismo final con España jugando sin arquero el quinto de Giuliani. Alegría total. Para qué más…

 

LA FINAL, HOY DESDE LAS 19.30

Argentina-Italia ahora en un choque por la gloria

Invicta. Llega la Argentina a la gran final ante la Azzurra. Hoy quiere el tricampeonato en juveniles.

 

Ya se conocen del partido por el Grupo B, cuando Argentina se impuso sin mayores sobresaltos por 8-4 sobre los italianos. Pero esa fue otra historia. No había el título mundial en juego de esta tarde, a partir de las 19.30 horas cuando en un Aldo Cantoni repleto se vean las caras nuevamente buscando el título ecuménico.

Los dos quisieron este objetivo de disputar el último choque del torneo y lo consiguieron de manera sólida. Con buenos rendimientos y siendo los más destacados.

No es una casualidad estos finalistas. Para la albiceleste es la gran chance de sumar su tercer mundial en juveniles y también dejar atrás la frustración de hace tres años en ‘Barcelona 2019’ cuando cayó en la final ante España.

Para los italianos es le momento de hacer historia de la grande, ya que nunca disputaron una definición en menores y hoy irán por toda la gloria.

Mientras que en la previa, a partir de las 17 horas, será el partido por el tercer puesto entre Portugal y España.

 

Carrión: "Es un triunfo de todos"

El arquero Juan Manuel Carrión (foto) fue una de las grandes figuras del partido. En el primer tiempo salvó a la Argentina de una goleada y en el complemento y alargue cumplió siempre. Igual que todos sus compañeros festejó a más no poder la victoria. Tras el infartante partido y un poco más calmado tuvo tiempo de decir: "Muchos me felicitan pero esto es un triunfo de todos. Estoy feliz por haber cumplido con lo mío pero mis compañeros también lo hicieron, por eso ya estamos en la final. Siempre fue difícil, más cuando estábamos dos goles abajo. Cambiamos en el segundo tiempo y pudimos empatarlo. Ellos siempre se mostraron ordenados y pasaron de nuevo al frente. Cuando empatamos de nuevo y después llegó el alargue estábamos firmes en lo nuestro. Y se nos dio. Mañana (por hoy) será otro partido difícil pero logramos estar en la final".