No hubo caso. Fue y fue. Con pocas ideas pero siempre con el corazón. Tuvo un par de oportunidades en el complemento pero las dilapidó porque las piernas ya no le hacían caso al cerebro. Perdió pero el esfuerzo valió la pena. Tanto, que su hinchada lo despidió aplaudiéndolo de pie. Unión de Villa Krause se quedó afuera de la Copa Argentina de fútbol. Cayó ante Estudiantes de la Plata -un equipo remendado pero al fin y al cabo de Primera División- por 2 a 1. Un marcador cortito dentro de un partido que se jugó a dientes apretados en el Estadio del Bicentenario y que fue seguido por casi 7.000 enfoervorizados hinchas Azules. Jueves, un día atípico de fútbol para los sanjuaninos. Igual, con la tribuna del equipo rawsino copada de hinchas esperanzados en que su equipo podría dar la gran sorpresa...

Y así empezó el partido. Con Unión sorprendiendo a Estudiantes. Con un Silvio Molina afiladísimo. Tanto que a los 3 minutos de juego metió un tiro libre notable al segundo palo que al experimentado arquero Albil le picó rápido y se le incrustó a media altura, ante su furia porque sus compañeros fallaron en las marcas. Pero así como fue de sorprendente la apertura del marcador salió el empate visitante. Es que apenas un minuto después Estudiantes empardó con un furibundo remate de Modón que sorprendió al arquero local Olivera. Y ese golpe fue más duro para Unión que lo que había sido el gol Azul para el visitante. Es que el Pincha, guiado por la capacidad organizativa del Chino Benítez, fue tejiendo una telaraña de marca en el mediocampo y se dedicó a esperar para sacar la contra. Y así llegó al segundo, que sería definitivo. Porque Mauro Fernández desbordó por la derecha, metió el centro medido y llegó Carrillo para empujarla. Estaba claro que el oficio de Estudiantes inclinaba la balanza. Pese a que para los ojos de todos, Unión era el que tenía más la pelota.

En el complemento, el “Cano” Gómez metió dos cambios de entrada, buscando ser más ofensivo y además para aprovechar que el Pincha jugaba con uno menos. Pero los minutos fueron pasando con un juego brusco y situaciones desaprovechadas. Llegaron otras expulsiones (una más en la visita y dos en el local) y la desesperación de Unión comenzó a jugarle en contra. Metió “mil” centros pero la visita, bien parado atrás, aguantó y se llevó la gloria. La que no encontró el Azul, pese a su esfuerzo.