Figura. Sergio Agüero fue clave en la producción de Argentina. Abrió el marcador y generó varias claras.


Argentina derrotó a Chile 2 a 1 y se quedó con el tercer puesto de la Copa América Brasil 2019, en un partido accidentado que incluyó las expulsiones del astro Lionel Messi y Gary Medel por agresión mutua. Sergio Agüero (12m.Pt) y Paulo Dybala (21m.Pt) adelantaron a Argentina en el marcador y descontó Arturo Vidal de penal (13m.St). 

Argentina comenzó mejor, con la buena circulación del balón por parte de Messi, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Lo Celso. Así el conjunto que dirige técnicamente Lionel Scaloni avisó con un tiro desde lejos de Agüero que se fue junto al palo derecho de Gabriel Arias. Y en la siguiente jugada de riesgo se puso en ventaja tras una "avivada" de Lionel Messi, al lanzar rápido un tiro libre para Agüero, que eludió a Gabriel Arias y definió sin oposición. Insistió el equipo de Lionel Scaloni, esta vez con un remate de Messi desde afuera que controló el arquero. 

Y de inmediato Dybala recibió una gran habilitación de Giovani Lo Celso, corrió por izquierda y marcó el segundo gol cuando le "picó" la pelota a Arias, que había ido a tapar abajo.

Antes del cierre Medel cubrió una pelota a Messi hasta que saliera del campo de juego y la jugada terminó con un enfrentamiento pecho a pecho entre ellos, lo que les valió la tarjeta roja. En el complemento Chile llegó al descuento luego de una falta de Lo Celso a Charles Aránguiz adentro del área y el penal cobrado por Díaz de Vivar con la ayuda del VAR, que fue convertido por Vidal. 

No obstante Argentina siguió siendo mejor, con tenencia y distribución, aunque la salida de Dybala, en buen nivel, no pareció necesaria. Argentina no tomó desquite de las dos finales de Copa América perdidas ante Chile en 2015 y 2016 pero al menos se fue con una sonrisa y con una mejor imagen por lo realizado a partir de octavos de final.

ENOJADO

Luego del descuento de Chile, Paulo Dybala fue reemplazado y el cordobés demostró su bronca con insultos al aire y tirando una botella de agua. "Uno siempre quiere quedarse en la cancha", sostuvo.