Tuvieron que pasar 180 minutos y 28 penales para que Trinidad y Unión pudieran sacarse ventajas en la parejísima llave de la Fase Final del Torneo Apertura del Argentino B. Le tocó sonreir a Unión, otra vez llevado por las manos de Carlos Biasotti -su emblema y capitán- que en la estresante y maratónica definición por penales le contuvo los remates a Mario Gallardo, primero, y a Fernando Gaetán, en el cierre, para poner al Azul en extasis y a full en un cierre de año inolvidable que incluyó ascenso desde el Torneo del Interior y ahora, la frutillita del postre, que es estar ya entre los 10 que en mayo pelearán por el ascenso al Argentino A.
Fue cerrado el clásico de vuelta. En la ida, hace 7 días atrás, hubieron más emociones en los primeros 90 minutos de la serie. Esta vez, toda la adrenalina quedó para el cierre dramático e injusto a la vez porque recién en el penal 28, hubo ventaja. Increíble. Como para recordarlo por mucho tiempo.
En el comienzo del juego, Trinidad fue más ambicioso y era lógico. En su cancha, tenía que hacer pesar el empate sin goles del partido de ida y empezó metiendo presión con Costa y Bidal como abanderados. Burgo se tiró más atrás, buscó a Carlos Tejada y sus intentos murieron en el offside. A los 15′ llegó Trinidad por primera vez con peligro y fue a través de un remate de Ariel Sánchez que casi le complica la vida a Biasotti. Pero en ese momento, Unión empezó a hacer pie en la cancha y fue equilibrando la pelea en el medio. A los 20′. el Gino Laciar tuvo todo para definir pero se demoró y no pudo abrir el marcador tras un desborde de Brombale. A los 26′, en otra contra azul, Toledo definió débil permitiendo la tapada de Lavorante. Estaban mano a mano. Parejos, como al principio.
En la segunda etapa, Unión se paró más de contra todavía. Trinidad, apurado ya por su ansiedad, no pensó tanto el partido y fue al frente con lo que tenía. A los 7′ Villegas tuvo el gol en un centro pero definió mal. Entonces, fue arriesgar para Trinidad y Unión lo captó en el aire porque casi lo lastima de contra. A los 36′ Laciar apareció solito en el área chica en un corner y le cabeceó a las manos de Lavorante. Y la última del juego fue propiedad de Trinidad cuando Biasotti le sacó a Villegas un cabezazo tremendo, abajo, contra el palo izquierdo.
Claro, lo mejor del clásico estaba por venir. Llegaron los penales y después de 14 series, Unión tocó el cielo con las manos. Con las manos de Biasotti que se agrandó ante el gran tipo y mejor jugador que es Mario Gallardo y también ante el Chacha Gaetán que entró faltando apenas 6 minutos y se comió la desgracia de ser el que erró el penal decisivo.

