Tras un agotador viaje desde Belo Horizonte, con escalas en San Pablo, Buenos Aires y Mendoza, arribaron anoche los jugadores y cuerpo técnico de UPCN, todavía con esas “sensaciones encontradas”, como lo definió Sebastián Fernández, ya que habían logrado la proeza de volver a vencer al Vivo Minas en el Sudamericano de Clubes de v‘voleibol, consiguiendo la clasificación al Mundial, y perdieron la final en tie break por 18-16 ante el también actual campeón del mundo Sada Cruzeiro.
Faltaban 5 minutos para las 10 de la noche cuando el colectivo estacionó en Avenida Córdoba y Sarmiento y el primer abrazo con sus familiares sellaba el esperado reencuentro.
En el quinto set de la final, UPCN igualó en 12 tras ir perdiendo 6-12 y Javier Filardi reconoció anoche que “en ese momento pensé que lo ganábamos, pero la derrota no puede opacar lo que conseguimos”.
“Tuvimos en jaque a los campeones del mundo y perder te deja un sabor amargo, pero conseguimos el objetivo principal y dejamos un precedente: podemos enfrentar a cualquier equipo del mundo”, agregó Fernández.
Además de alcanzar el objetivo principal de ser el primer equipo argentino en participar en dos ediciones del mundial, UPCN se trajo otras distinciones: Demián González fue elegido como el mejor armador del Sudamericano (MVP en 2013), Sebastián Garrocq, el mejor líbero, y Martín Ramos, el mejor central.
González dijo que el equipo alcanzó un nivel de juego que pudo frenar por momentos al mejor de todos, mientras que Ramos aceptó que “al Sada se le puede ganar un partido en cien y estuvimos cerca. Quizás sea en la próxima”. Además, el flamante entrenador de la selección argentina, Julio Velasco, estuvo en Belo Horizonte. Ramos y González dijeron que hoy piensan en UPCN. Pero ¿quien les quita la ilusión de una convocatoria?
La lluvia aceleró los tiempos para la desconcentración. Un minuto para la foto grupal y la esquina volvió a su rutina. Los Cóndores, luego de llenar otra página de gloria, volvieron a casa.

