Diego Armando Maradona apostó fuerte para este partido y perdió. Luego de la estrepitosa caída ante Bolivia y las dudas que el equipo mostró en los partidos siguientes, el técnico decidió redoblar las fichas sobre el paño y quedó tan expuesto como antes. Cambió el estadio, defendió la base de jugadores y calentó la previa con frases muy picantes. En un país que tiene tantos ‘maradonianos’ como ‘antimaradonianos’, decidió que el clásico fuera una final con todas las letras y la derrota de ayer fue otra prueba que no superó su equipo. Ante Brasil, como se supone que será la mayoría de los partidos en el mundial de Sudáfrica, no alcanza solamente con la genialidad de un Messi y no se vio mucho más de eso.
La arenga previa a cada partido que ya empezó a ser marca registrada del Maradona técnico, ayer tuvo un capitulo especial. Antes de la charla técnica, en el hotel donde el equipo argentino se encuentra en la ciudad de Rosario, Maradona juntó a todos los jugadores para pasarles un video con imágenes de saludos de los familiares de los jugadores, algo que sorprendió a todos, porque se hizo en secreto durante el último mes.
Además, Maradona incluyó imágenes de indigentes, de pobreza, para remarcarles que a ellos una victoria del seleccionado argentino ante Brasil les daría una gran alegría.
Dentro del estadio, se vieron varias banderas agradeciéndole a Maradona el gesto que tuvo de obligar a jugar el partido con Brasil en la ciudad de Rosario. "Bienvenido Dios al templo del aliento", decía un trapo colgado en la platea alta. Y cuando los dos planteles ingresaron a la cancha, entre bombas de estruendo, la mayor ovación fue para él. "Olé, olé, olé, Diego, Diego", se unió toda la gente en el Gigante de Arroyito.
Vestido con buzo y parado en todo momento al borde de la cancha Maradona comenzó el partido viendo como Argentina tenía el control del partido. Hasta que llegó la primera distracción en una pelota parada que significó el primer gol brasileño. Arengó con una "dale, dale, dale" a todo jugador que pasó cerca de su posición aplaudiendo rápidamente sus manos. Llegó otro error acompañado con el segundo gol brasileño y la preocupación llenó su rostro. Con los brazos cruzados buscaba respuestas y en un momento hizo el gesto de "suerte" brasileña con los dedos pulgar e índice como armando un imaginario círculo. Pero antes de terminar el primer tiempo ya hablaba en voz baja deliberando las modificaciones en el entretiempo.
Se decidió por sacar a Maxi Rodríguez para que ingrese su yerno Kun Agüero, para sumarse al ataque con Tevez y Messi. Pero Argentina buscó principalmente el descuento tirando centros hasta que a los 19 se abrió la esperanza con el zapatazo de Dátolo. Maradona decidió el ingreso de Milito para aprovechar mejor los centros (Palermo no había quedado ni en el banco de suplentes) y rápidamente llegó esa magnífica habilitación de Kaká para Luis Fabiano, quien picó con excelencia la pelota para volver a escaparse Brasil en el marcador. Maradona volvía a tener los brazos cruzados. Argentina buscó otra vez el descuento impulsado por la obligación pero sin ideas. Brasil tallaba el maso de naipes a su gusto, con Kaká mostrando una frialdad de poker.
El consuelo que le dejó la suerte al equipo de Maradona fue que Uruguay y Ecuador habían perdido previamente, por lo que el cuarto puesto en las posiciones sigue siendo albiceleste. Pero en las pocas manos que quedan en estas Eliminatorias, Argentina ya quedó totalmente obligada a no perder puntos. Otro tropezón puede significar quedar afuera del Mundial.

