Dolor y orgullo se fundieron en el último adiós al Wey Zapata Bacur, quien falleció el domingo en la mañana mientras competía en Córdoba.

Amigos y fanáticos acompañaron incansablemente la carroza fúnebre y en las puertas el cementerio de Rawson se frenaron, sacaron sus casos, los levantaron y gritaron: "Se ve, se siente, el Wey está presente".

Algunos emocionados hasta las lágrimas, hicieron gestos de fuerza y los familiares del Wey, sacaron sus brazos por las ventanillas para chocar con los puños en forma de agradecimiento.

"Motocross Wey", continuaron ovacionando, la frase característica del piloto cuando saltaba en su moto.