Después de lo que dijo Ariel Ortega el viernes al enterarse que otra vez no estaba concentrado para jugar con River, no era impensado que sucediera algo como lo de ayer en la mañana. El Burrito se presentó a las 9 en el Monumental para entrenarse junto al resto de los jugadores que no estaban convocados para el choque ante Huracán, pero luego de apenas 15 minutos de trote decidió irse. Así, sus días en la Banda parecen contados y de esta forma, salvo un milagro gigante, estará ausente ante Boca, en la Bombonera, la próxima fecha. Con ese contexto, River chocará hoy ante Huracán, en un Monumental que seguramente dará su veredicto respecto de la situación del ídolo.

Ortega no juega en la Banda desde la segunda fecha cuando lo hizo ante Chacarita. Después, llegó tarde a la concentración en la previa del cruce ante Rosario Central y Astrada lo borró. El Jefe sostuvo que "todo pasa por una decisión futbolística", aunque el jujeño dejó en claro que no piensa lo mismo. Por eso y aunque quería hacer buena letra pensando en una hipotética chance de estar ante el Xeneize, ayer se fue a entrenar a Núñez. Pero más allá de estar junto a su amigo Matías Almeyda en el entrenamiento, se fue repentinamente apenas a los quince minutos. La explicación oficial fue por una sobrecarga muscular en un abductor. Tan increíble como incomprobable. Lo cierto es que a Ortega se le vence el contrato en junio y él ya anticipó que pretende seguir jugando. Que no se le cruza tratarse de su adicción al alcohol, ni mucho menos retirarse. "Para mí, no juego más en River. Lo que me molesta es que nadie me lo diga en la cara. En realidad, me duele mucho", tiró Ortega quien ayer parece se terminó de cerrar la última puerta.


A LA CANCHA

A este River ningún rival parece serle sencillo, pero igualmente los hinchas podrían ilusionarse con una alegría esta tarde cuando reciban al golpeado Huracán, a partir de las 17. Para el choque, Astrada decidió darle nuevamente la titularidad a Marcelo Gallardo y reservar en la zona de contención a otro histórico como Almeyda, para que el Leoncito pueda jugar ante Boca, en un partido que parece vital para su continuidad. Del lado del Globo la intención es pararse con dos líneas de cuatro jugadores y un par de atacantes, esperando la contra y sacando provecho de la desesperación del Millonario que debe sumar puntos porque sino la temporada siguiente estará más que complicado con el promedio del descenso.