Huracán desperdició anoche una buena chance de dar un gran paso hacia la clasificación para los octavos de final de la Copa Libertadores, tras empatar como local 0-0 ante un Peñarol de Uruguay que jugó con un hombre menos desde los 21 minutos del primer tiempo por la expulsión de Nahitan Nandez. El final del encuentro dejó lugar para la polémica y en el centro de la escena al árbitro ecuatoriano Omar Ponce, quien acertó en aquella expulsión, pero fue abordado al finalizar el encuentro por ambos equipos, debido a que no convalidó un gol por bando. En tiempo de descuento, sancionó una posición adelantada de Ramón Abila cuando Daniel Montenegro había batido por fin a Gastón Guruceaga, la figura del encuentro, y luego no convalidó un tanto del arquero uruguayo, al considerar que cargó contra Marcos Díaz cuando fue a buscar heroicamente la victoria y a evitar la eliminación de su equipo del certamen continental.

El arquero de Huracán, Marcos Díaz, mostró su bronca por la actuación del juez: “¡¿Offside de quién?! Es un ladrón, se va como una rata”, sostuvo el cuidapalos sobre el tanto anulado a su equipo y la salida del campo de Ponce, rodeado de policías.

De esta manera, el Globo tendrá la dura misión de asegurar su acceso a la siguiente instancia de la Copa nada menos que como visitante ante el mejor equipo del grupo, Atlético Nacional de Medellín. Huracán podrá llegar un tanto más aliviado a ese encuentro si Sporting Cristal no puede vencer al cierre de la edición al elenco colombiano, ya clasificado, en condición de local.