En la previa, el clásico contra los mendocinos tenía que ser desahogo. En la previa, recibir al golpeado Maipú de Mendoza parecía convertirse en la ocasión ideal para que este nuevo modelo del mismo Sportivo Desamparados saldara cuentas pendientes con su gente y consigo mismo. Y, claro, la noche del domingo terminó siendo noche de desahogo porque Desamparados ganó, goleó y por momentos gustó. Demolió a un limitadísimo Maipú convirtiéndole 4 goles y sellando una recuperación que se insinuó la semana pasada en San Francisco y que anoche terminó de cuajar. Fue merecido de punta a punta por el equipo sanjuanino. Porque supo golpear en los momentos exactos, porque supo resolver lo que planteó en el mismo comienzo y porque jugó convencido de que este clásico era el juego a ganar para afianzar un modelo.

De movida nomás, fue Sportivo el que impuso condiciones a partir de la presencia en campo contrario de sus volantes. Así, consiguió la posesión de la pelota y empezó a presionar. Fue animándose y bastó que a los 16′, Matías Garrido apareciera por primera vez en la noche para abrir la cuenta. El ex-Peñarol ganó por la izquierda, enganchó para quedar con el perfil derecho y eligió sutileza para vencer la estirada de Olguín. Ahí empezaron a desnudarse las limitaciones ofensivas de Maipú que intentó algo con Gamba y con Coria pero nada que preocupara. Entonces llegó el momento de la liquidación de esta primera parte cuando a los 41′, Salinas habilitó a Pérez y el jachallero no dudó para poner el 2-0.

En el complemento, si Maipú tenía alguna esperanza, a los 6′ se le terminaron solas porque Dalpoggetto se equivocó en la salida, le ganó Garrido y quedó obligado al foul grosero. Expulsión justificada y el comienzo del monólogo sanjuanino que solamente necesitó tiempo para golear. Recién a los 40′ Ariel Barth puso el 3-0 de cabeza y a los 45′, Matías Garrido decoró su gran noche con la conquista del cuatro gol sanjuanino.

Desamparados recuperó la alegría ante su gente. Eso, además de tres puntos, le entregó tranquilidad para afianzar un nuevo modelo, que estaba necesitando de una victoria así, como para ganar confianza. Este Desamparados recuperó la memoria jugando en su casa y sabiendo lo que en su localía suele pesar en un torneo tan duro como el Argentino A, no es poca cosa. Hubo desahogo en Puyuta. Una noche que muchos esperaban y que finalmente se dio.