Hace un tiempo, en una pequeña ciudad de Eslovaquia, Fabbri andaba con los euros contados y no le alcanzaba para pagar el hotel. Entonces decidió aguantar unas horas en el aeropuerto, pero se durmió. Cuando despertó, el aeropuerto estaba cerrado y se llevó un susto bárbaro. Así que tuvo que esperar hasta la mañana siguiente a que la policía abriera las puertas. Recién ahí pudo ir para el club donde jugaba. Quizás la anécdota pinte un poco la forma de vivir el tenis que tiene Fabbri.
El usa la palabra "pasión" constantemente para definir lo que siente por su deporte. Por eso, juega interclubes en Italia y Alemania para solventar su carrera. "Nunca tuve apoyo y todo lo que hago me cuesta mucho. Por eso estoy feliz de haber ganado acá. Me sentí muy sólido toda la semana y eso me da una confianza enorme", dijo el santafesino, que el próximo 27 cumplirá 27 años.
"La final fue más dura de lo que dijo el score. Creo que la clave fue arriesgar en los momentos justos, pero también no desconcentrarme. Cuando perdí mi saque seguí igual de tranquilo", agregó el tenista.
Por otro lado, Fabbri adelantó que su objetivo ahora pasará por empezar a jugar Challengers. "Ahora, por muy poco me quedé afuera del Petrobras de Chile y de otro en Florianópolis. Pero en 2010 sólo quiero hacer estos torneos", apuntó.
Y sobre su objetivo como tenista, confesó que "mi sueño es jugar alguna qualy de Grand Slam y ver qué pasa. Creo que con esfuerzo, haciendo una buena gira y metiendo muchos puntos alcanzar algún torneo se puede lograr. Tengo que meterme entre los 250 mejores", dijo Fabbri, quien hoy está 399 en el ranking.

