San Martín de Tucumán consiguió su primer triunfo en la Superliga y lo hizo de manera heroica, con un jugador menos durante 75 minutos y nada menos que ante Racing, el puntero del campeonato que, además, llegaba invicto.

El desarrollo del partido cambió por completo a los 16 minutos de juego, cuando el arquero del Ciruja, Ignacio Arce, vio la tarjeta roja por una mano fuera del área. Desde entonces, la Academia se convirtió en dueña de la pelota, aunque sin efectividad en los últimos metros.

La apertura del marcador llegó a los 3 minutos del segundo tiempo con Santiago Solari. Desde entonces, los conducidos por Eduardo Coudet se dedicaron a desperdiciar chances claras de gol.

¿Partido liquidado? Para nada. Las manos de Jorge Carranza, el fútbol de Matías García y dos contragolpes furioso liquidados por Claudio Bieler terminaron por torcer la historia a favor de San Martín de Tucumán.