No venía jugando bien. Inclusive hasta terminó segundo en su grupo clasificatorio. Pero ayer Concepción se sacudió y sacó a relucir su chapa. Su estirpe. Esa que lo hizo grande. Es más, ni siquiera alcanzando a brillar en su juego fue más efectivo que Andes Talleres de Mendoza y le ganó 2-1 para clasificarse a las semifinales de mañana.
Fue el segundo que logró el pasaporte a esa instancia, porque antes, en el primer partido de cuartos de final, Petroleros de Mendoza (justamente el vencedor 2-1 de Concepción en el partido de trasnoche de la jornada anterior) goleó a GEBA por 6-1 (dos goles de Lucas Martínez, otros dos de Baieli, uno de Del Campo y el restante de Pintos) y también se instaló en las semifinales.
Ayer, la tarea del equipo de Belbruno no era para nada sencilla. Enfrentaba al equipo más rendidor del torneo. El más goleador y el de mejor juego. Pero los pergaminos y antecedentes quedaron en el tacho de la basura, especialmente porque el Azul mejoró mucho su imagen con respecto a los días anteriores y a fuerza de coraje aguantó el 2-1 hasta el segundo final.
Es que a decir verdad, el Tallarín mendocino lo tuvo entre las cuerdas en los minutos finales. Tanto, que en la última jugada hasta subió a atacar el arquero mundialista Luis Maldonado. Los Azulgranas, en el juego propiamente dicho, merecieron el empate. Pero claro, en el hockey, como en el fútbol, no se gana con merecimientos. Se gana con goles. Y Concepción tuvo a dos pilares para que ésto se dé: Por un lado, al Taco Osvaldo Raed, autor de los dos goles Azules. Y, por el otro, al arquero Juan Oviedo, responsable de desbaratar una decena de situaciones de gol de los mendocinos.
El partido, entretenido por momentos e intenso en todo su desarrollo, tuvo un relámpago de goles, a la postre definitivos. Fue en el segundo tiempo. A los 9′ Raed sacó un tiro seco que se coló por abajo y al lado de un palo del arco de Maldonado. A los 10′ Nicolás empardó para la visita tras un error rival y a los 11′ otra vez el Taco, esta vez contando con la diosa fortuna, con un tiro que le pegó en la espalda a Maldonado, le dio el triunfo al equipo sanjuanino.
Concepción está en su salsa. Y le demostró a Talleres que estaba vivo. Tanto que lo dejó en el camino y se acomodó el traje para luchar en las semis.