Incertidumbre. Emoción. Lágrimas. Esa mezcla de sensaciones fueron resultado del final apasionante que tuvo el XXVI Encuentro Internacional de hockey sobre patines en categoría Mini que organizó Bancaria y que tuvo como protagonistas a Concepción y Thomas Bata de Chile. El Aldo Cantoni, con 3 mil personas, fue el marco perfecto para vivir una final apasionante que consagró a Concepción, quien inscribió su nombre en la Copa Challenger DIARIO DE CUYO.

El Azul de la Villa Mallea sufrió más de la cuenta, pero terminó ganandole al elenco chileno por 3-1 en la serie de los penales después de haber igualado 2-2 en tiempo reglamentario y 0-0 en el suplementario. Y por eso la angustia de la final que no hizo más que erizar la piel a todos los presentes en el estadio mundialista. Es que los pequeños dieron un espectáculo digno de ver.

De arranque comenzó siendo más Bata, que hizo del tridente Molina-Saavedra-Sánchez, el generador de peligro que intentó poner en aprietes al siempre atento Bruno Luna, el arquero de Concepción que terminó siendo la figura de la noche. Pasados los 7 minutos de juego los chilenos abrieron el marcador gracias al potente remate de Nico Sánchez. La ventaja no hizo más que potenciar a Concepción que rápidamente llegó a la igualdad con el gol de Agustín Pontoriero, pero la alegría no duró mucho porque esta vez Martín Molina la clavó en al arco de Luna para poner el 2-1. En el complemento el encuentro fue trabado, los nervios en las tribunas se hacían sentir, hasta que Renato Clavel, a falta de 5’ para el final, puso el 2-2 e hizo estallar el Cantoni. Ese empate final dio paso al tiempo suplementario, fueron 5 minutos divididos en dos tiempos, por demás intensos, de ida y vuelta que terminó 0-0 gracias a la actuación de los arqueritos: Joaquín Pinares del lado de los chilenos y Bruno Luna en los Azules. Y precisamente Luna si ya era figura, se convirtió en héroe en los penales. Porque el chiquito le tapó los remates a Sánchez, Saavedra y Molina y como su compañerito Clavel convirtió (Pinares le contuvo a Franco Sánchez), Concepción gritó campeón. Merecidísimo. Porque el Azul sufrió más de la cuenta, pero como no se rindió nunca, el campeonato fue sólo un premio a ese esfuerzo.