El presidente de la AFA, Julio Grondona, mantuvo ayer un primer contacto con Alejandro Sabella, el principal candidato para dirigir a la Selección nacional, tras el despido de Sergio Batista. El experimentado dirigente le había pedido referencias a Rubén Filipas, el titular de Estudiantes, con el que Sabella ganó una Copa Libertadores y un certamen local.
Como se esperaba, Filipas respaldó la candidatura de Sabella, quien ayer se reunió con Grondona durante dos horas para darle los primeros lineamientos de su proyecto.
Sabella, de 54 años, tendrá que rescindir el precontrato que tenía firmado con el club Al Jazira, de Emiratos Árabes, para hacerse cargo del equipo nacional.
De hecho, el director técnico estaba por viajar hacia Dubai en la víspera, pero decidió esperar unos días hasta que se defina su situación con la AFA.
Temprano en la jornada el vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, comenzó a desandar el camino de Sabella a la selección al sostener que "el perfil que están buscando los dirigentes es el de una persona con identidad, con títulos, cuya presencia y posicionamiento sean debidamente respetados, que el jugador confíe en él, que tenga palmarés suficiente y que haya pasado por experiencias de altísimo nivel competitivo".
Ayer también se conoció que el lunes en el cónclave entre los dirigentes de la Comisión de Selecciones se propusieron cuatro nombres, pero solo del de Sabella pasó el filtro de Grondona. Los otros que se mencionaron fueron los de Carlos Bianchi, descartado por sus reiteradas negativas a tomar el cargo en otros periodos, el de Ricardo Gareca, para con el que se esgrimió que tenía contrato vigente y por eso no se podía complicar a un club como Vélez. Una clara contradicción ya que para el segundo periodo de Alfio Basile en la selección la AFA se lo sacó a Boca, cuando estaba a menos de una semana de comenzar el torneo doméstico. Por último, se manejó el nombre de Gerardo Martino, aunque éste perdió fuerza debido a que todavía no resuelve su situación con Paraguay. Lo positivo para el Tata es que tiene una cláusula de rescisión en caso de que la Argentina lo busque, algo que parece complicado ya que todos los caminos conducen a Pachorra Sabella.