El ciclista australiano Cadel Evans, del BMC Racing, logró ayer la victoria en la cuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Lorient y el duro Mur-de-Bretagne, sobre 172,5 kilómetros, después de vencer un mano a mano con un Alberto Contador (Saxo Bank-Sungard) que quiso demostrar que sigue “vivo”.

El madrileño, que perdió 1m.48s. en la primera etapa, producto de una rodada, estuvo muy activo en la subida final al “muro” de meta, intentó la fuga en varias ocasiones, e incluso tuvo fuerzas para disputarle la victoria al oceánico, que dejó claro que era un final que se ajustaba a sus condiciones, aunque no pudo arrebatar la malla amarilla, de líder en la clasificación general, a un sólido Thor Hushovd (Garmin-Cérvelo).

El año pasado, en el “muro” de Huy, Evans, que fue campeón del mundo en 2009 se coronó en la Flecha Valona, batiendo a “Purito” Rodríguez y al propio Contador, y en esta ocasión, en un final parecido, pero menos duro, acabó con el favoritismo del belga Philippe Gilbert (Omega Pharma-Lotto), que se quedó sin su segundo éxito en la “Grande Boucle”.

El día era propicio para que los aspirantes buscasen segundos preciosos contra sus rivales, y el triple campeón del Tour, obligado a remontar, dio la cara y probó el estado de sus “enemigos”. El campeón del Giro mostró su buena forma y logró arañar algo de tiempo a Andy Schleck (Leopard-Trek), Robert Gesink (Rabobank) o Bradley Wiggins (Sky), que ya saben que el español está bien y que en cuanto la carretera se empine va a buscar sus opciones para saltar a la cima.