San Martín necesitaba despegar y lo hizo con una enorme propulsión. Y fue tanta, que terminó goleando a Boca 6-1 para un partido soñado, que se hizo realidad por la enorme producción y eficacia del Verdinegro. El triunfo no lo saca todavía de la zona de descenso, pero le abre la puerta a un futuro que puede cambiar, ya que cortó una seguidilla de 16 partidos sin triunfos y haberlo hecho ante Boca les cambia la cabeza a todos por Concepción.
La propuesta de Bianchi, sobre subestimar a San Martín y armar un equipo sin muchos titulares para preservarlos para el compromiso de Copa Libertadores en México, le salió muy mal al Virrey. Porque el conjunto de Forestello copó todos los sectores, pegó de entrada, manejó siempre la pelota y dejó a Boca sin lugar a la reacción.
Luna fue desequilibrante con su andar y las asistencias. Esto porque Boca dejó su sector derecho desprotegido ya que Acosta no marcó. Por allí se sumó Emmanuel Mas y junto a Osorio fueron quienes abrieron el camino para una goleada histórica.
Que arrancó a los 2’ con el centro de Alvarez que Penco no capitalizó, pero si aprovechó Osorio. Y que amplió sobre los 20’ cuando Luna envió el centro pasado que sorprendió a Ustari y se le coló por la espalda. Con el 2-0 adentro San Martín marcaba territorio y desnudaba las falencias de un Boca que hacía agua en todos los sectores.
Y que pudo reaccionar a los 39’, cuando Loustau le regaló un penal, que Silva convirtió. Sin embargo un minuto después Landa puso el tercero con un frentazo perfecto y Osorio marcó el cuarto en el descuento.
El complemento fue similar y con San Martín dominando todo. Sirvió para el tercer grito de Osorio (9’) y para que Penco cerrará la cuenta (16’) con un cabezazo que le devolvió la vida al Verdinegro para lo que resta.