Pega y suma. Marcos Quinteros, de UVT, remata para anotar uno de sus nueve puntos. Supera el doble bloqueo de Junior y Sebastián Brajkovic.


Una de las citas bíblicas más célebres es la "batalla" entre el omnipotente Goliat y el diminuto David. Pese a los pronósticos adversos, su menor tamaño no le impidió vencer en ese duelo a su oponente y lo hizo mediante el lanzamiento de piedras con su honda. Fue la muestra que el tamaño de dos contrincantes no siempre es sinónimo de victoria para el más corpulento. UVT, haciendo un paralelismo con lo mencionado al inicio y en una estupenda demostración carácter y efectividad, ayer al mediodía en el Complejo La Superiora se hizo gigante en el primer cruce ante el coloso UPCN, por la semifinal de la Liga Argentina de vóleibol. Lo superó 3-1 (25-20, 23-25, 25-19 y 25-22), dejandolo al borde de una eliminación que sonaría a fracaso para el gremial, el máximo candidato al título y que sumaba un invicto en el torneo doméstico de doce encuentros. De hecho, fue la primera alegría del club trinitense ante los Cóndores, luego de tres reveses en fila: dos por este certamen y uno por Copa Argentina.

La ausencia de dos de los habituales titulares en el equipo de Fabián Armoa a causa del Covid-19 positivo que dieron sus hisopados (no se los puede mencionar por el protocolo sanitario), motivo por el que se retrasó la serie, le pasaron una factura inmensa a UPCN. Por el contrario, UVT se mostró con un gran ritmo de juego, ante un rival que tuvo el peor juego de la campaña y que sumaba una semana sin entrenamientos. La figura del cruce resultó Gerónimo Elgueta, con 22 puntos. Resultó la guía para un equipo juvenil que está a solo un paso de meterse en la final contra Ciudad. Para ello, deberá vencer mañana a UPCN en el segundo cruce de la llave en el escenario rawsino. No será tarea sencilla, pero el Comunitario de Ariel Facchinelli demostró que tiene la mano pesada. UPCN, a su vez, está ante otro gran desafío. Uno más en esa historia rica en títulos que deberá hacerle honor nuevamente.