Los números no mienten. Dicen casi todo y en éstas horas en las que la presencia o no del capitán Lio Messi es cuestión casi de estado en Argentina, remitirse a la frialdad de las estadísticas es clave para sostener lo vital de su presencia ante Uruguay en el futuro más cercano de la selección rumbo a Qatar. Las estadísticas reflejan claramente que sin Messi, la producción de la Selección se ve afectada en cuanto a resultados.

En partidos oficiales, sin Messi Argentina ganó 17 puntos de 39 posibles, que surgen de cuatro triunfos, cinco empates y cuatro derrotas. La efectividad que logró el equipo cuando el 10 no estuvo en cancha fue del 43,59 por ciento.

En cambio, con Messi se registraron 176 unidades sobre 273, traducidas en 51 victorias, 23 igualdades y 17 caídas, lo que da un 64,47 por ciento.

Y claro, repasar sus ausencias es ejercicio inevitable ante un escenario que nadie quiere y que lo remarcan los números. El debut de Messi en la Selección fue el 17 de agosto de 2005, en un recordado amistoso contra Hungría en el que ingresó y fue expulsado a los pocos minutos. Desde aquel día hasta hoy, el rosarino se perdió 58 de los 198 encuentros que disputó la Argentina, entre oficiales y amistosos.

Messi entrenó con el resto del plantel este miércoles y y no evidenció molestias.

Después de la eliminación del Mundial de Rusia, la Pulga determinó una pausa en su estadía en la Selección para recuperar energías luego del duro golpe que significó la derrota y despedida ante Francia, el 30 de junio de 2018. Messi regresó nueve meses después, en un amistoso ante Venezuela, en marzo de 2019, y en el medio se perdió los primeros seis encuentros del ciclo de Lionel Scaloni. Volvió con dos goles en junio ante Nicaragua, previo a la Copa América de Brasil.

El dolor por la eliminación repitió viejos fantasmas: Messi no estuvo por un tiempo que duró cuatro meses, hasta hacerse presente en un triunfo 1-0 contra Brasil. En el medio pasaron cuatro amistosos, también con resultados irregulares: dos triunfos y dos empates.

Una ausencia inolvidable en la vida de Messi y la Selección se produjo ya lejos en el tiempo: el 26 de junio de 2016, luego de que Argentina cayera ante Chile por penales en la final de la Copa América Centenario, la Pulga enfrentó a los micrófonos y anunció que renunciaba.

"Para mí se terminó la Selección. Ya lo intenté mucho, me duele no ser campeón con Argentina y me voy sin lograrlo. Es increíble, pero no se nos da. Hoy nos pasó otra vez y otra vez los penales? Son cuatro finales las que me tocó perder, tres seguidas. La verdad que es una lástima, pero tiene que ser así. No se da, lo intentamos, lo buscamos y ya está", declaró en Nueva Jersey. Finalmente hubo marcha atrás: tardó sólo 66 días en volver. Su retorno se dio en Mendoza por la 7´ fecha de las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Ese día, teñido de rubio y con la cinta apretando su brazo izquierdo, el astro rosarino anotó el único tanto del partido para el 1-0 ante Uruguay que dejó a Argentina como líder en el debut de Edgardo Bauza. No sólo es dialéctica: Argentina con Messi es uno, sin el 10 es cualquier selección. Ese casi 21% de efectividad dice muchas cosas en tiempos de números.

González, afuera

El delantero Nicolás González, quien juega en Fiorentina de Italia, fue desafectado del seleccionado argentino de fútbol tras confirmarse su resultado positivo del test de coronavirus. González dio positivo a mediados de octubre y, desde entonces, no logró obtener el testeo negativo para que le den el alta y volver a la actividad, aunque el entrenador Scaloni decidió citarlo a la espera de que el test arrojara resultado negativo para sumarse al plantel que afrontará los cotejo ante Uruguaya y Brasil. Por lo tanto, González fue desafectado hoy oficialmente y su lugar no será reemplazado por Scaloni en la lista de convocados.