El equipo de relevos de Estados Unidos, con Michael Phelps y Ryan Lochte, le arrebató ayer a Francia el oro en la final de 4×200 metros libre gracias a la ventaja que les dio, entre otras cosas, la técnica subacuática de Lochte, que le permitió adelantar en los últimos metros al francés Fabien Gilot.
La medalla se sumó al otro oro que, cerca de una hora y media antes, había ganado el mismo Lochte en la final de los 200 metros espalda (su especialidad), de manera que ya suma cuatro medallas de oro en estos Mundiales de Shanghái, mientras para Phelps es la segunda ocasión en que sube a lo más alto del podio en la ciudad china.
Lochte tomó la última posta con el equipo en segunda posición por detrás del francés Fabien Gilot, hasta dejarlo definitivamente atrás en los últimos 50 metros para llegar con 2,14 segundos de ventaja y marcar un tiempo para Estados Unidos de 7:02.67.