“Era un partido que había que ganarlo sí o sí por el tema que se habían dado otros resultados que nos favorecían. Lo importante es eso: que sumamos tres puntos de locales y somos punteros de la zona”. De manera clara resumió Federico Acevedo lo que cotizaron anoche en Puyuta los tres puntos de Desamparados, que con un cabezazo letal suyo, venció 1-0 a Trinidad para quedar en lo más alto de la Zona 7 del Federal B. Con un nivel tan parejo de los seis equipos y cinco partidos de definirse los puestos de clasificación, se trata de un paso clave del equipo de Ricardo Dillon que tuvo un buen primer tiempo, pero que luego se cuidó demasiado y por eso sufrió más de la cuenta en el epílogo del partido que tuvo una demora de más de una hora en el arranque (ver recuadro).
Hacerse fuerte de local es vital para un equipo que aspire a seguir con vida en la búsqueda del ascenso. Sportivo lo está cumpliendo pues ganó en sus tres presentaciones en Puyuta y ayer, por pasajes de la etapa inicial, lo hizo incluso con buen juego, teniendo en el incansable Carlos Lucero su punto más saliente. Pero el jugador clave resultó Federico Acevedo quien a los 16’ del inicio metió un frentazo esquinado e inatajable para Emanuel Guirado, tras un buen córner ejecutado justamente por el Torito Lucero. Fue la apertura del marcador y la dosis de tranquilidad para el local que pudo aumentar la diferencia. A los 20’, Lucero probó de media distancia y encendió las alarmas de Guirado que la mandó afuera. Gonzalo Narváez, quien anoche volvía tras la suspensión de dos fechas, casi marca el segundo pero se demoró en pegarle dentro del área y lo cerró con lo justo Matías Garay. Y finalmente Acevedo a los 40’, le pegó de manera imperfecta a un centro que debía haber terminado en el fondo de la red. El León no inquietó desde el juego, aunque igualmente generó una opción neta con el remate de Victorio Martini que encontró una estupenda salvada del arquero Pablo Lucero.
La historia del juego cambió radicalmente en el complemento. Trinidad se fue con todo sabiendo que se le pasaba acaso el último tren para seguir con vida en la zona y así se plantó varios metros más adelante. Sportivo decidió esperarlo y pegar de contra, algo que nunca consiguió porque el equipo quedó demasiado largo y sus delanteros no estuvieron finos en las contras. Si bien la visita tuvo mucho tiempo el balón, no la administró con el criterio necesario para incomodar a Lucero y por eso las chances netas escasearon. Apenas una clara: a los 17’, Martini entró al área y no supo rematar de forma rápida para estampar la paridad por lo que falló de manera clave. Pese a los cambios de Andrés Lavorante, el equipo no encontró nunca los caminos y el paso de los minutos generó demasiada ansiedad en Trinidad. Encima, a los 40’ se fue expulsado por un codazo el recién ingresado Sergio Peralta y ahí sí la historia comenzó a tener ribetes de heroico.
Así, Desamparados esperó el final y vio cómo llegaba a la cima de cabeza. A esta altura, no es poco.