Buenos Aires, 18 de octubre.- Corría el tiempo de descuento del Petrolul Ploiesti-Vointa Sibiu, el marcador era de tres goles a uno para los locales y los jugadores del Vointa habían protestado airadamente por las decisiones del árbitro en su contra.

Fue entonces cuando el árbitro decretó un penal para el Petrolul, y, en señal de protesta, el arquero visitante permaneció de espaldas a la pelota en el momento del lanzamiento.

Los locales marcaron, pero el árbitro amonestó a Danalache y obligó a repetir la ejecución.

En la repetición el arquero permaneció de cara a la pelota con los brazos abiertos, dejando claro que no reaccionaría al disparo.

El árbitro validó esta vez el gol y el encuentro se cerró con cuatro a uno. "Lo decidimos de común acuerdo", dijo de su acción Danalache al término del partido.

Impresionados por la protesta del portero del Vointa, los aficionados del Petrolul aplaudieron a los jugadores visitantes, que incluso dieron una vuelta de honor al estadio junto a los vencedores.

"Que yo sepa mi gesto es único en el fútbol mundial", declaró Danalache a la prensa.