De aquel habilidoso volante que se calzó la camiseta de Árbol Verde, Trinidad, Desamparados, Unión, San Martín, Alianza y Paso de los Andes para derrochar su magia, ya pasaron 9 años de su alejamiento de las canchas.

Hoy con 40, el "Fido" Galván sigue ligado a su pasión y el pasado 1 de noviembre fue nombrado director de Deportes de Chimbas luego de la reelección de Mario Tello en la intendencia departamental. Un puesto al que Roberto llegó por el trabajo que desempeña desde hace tiempo en la Agrupación Virgen de Fátima y por ello insiste en que "este cargo no es personal, es de toda la Agrupación" y por eso su eterno agradecimiento para Carlos Gómez y Gabriel Yañez.

"El fútbol me hizo conocer gente importante. Yo vengo de muy abajo y hoy, con este cargo en donde tengo una gran responsabilidad, no me marea la altura, sino que me ayudó a aprender. Cuando me sacrifiqué las cosas me salieron y por eso lo mejor es seguir así, ya que llegué a esto por mi trabajo social, cultural y deportivo. Mi intención es trabajar en los clubes y darle oportunidades a los chicos y la juventud del departamento", confesó Galván, quien ya formó 16 escuelitas de fútbol que nuclean a 350 chicos del departamento, y que en sus proyectos más cercanos están el hockey sobre césped, el karate y ordenar la Liguilla de Chimbas.

En sus recuerdos como jugador, destaca que "El fútbol me dio mucho y sin él hubiera cometido muchos errores. Hubo gente que se preocupó por mí como Héctor Lliteras en un momento justo de mi vida cuando apostó por mí. Y el amigo que me dio el fútbol, Juan Carlos Avila, que estuvo en un momento duro y cuando necesitaba apoyo".

Galván siempre fue un dotado con la pelota y por eso llegó a jugar en B Nacional con San Martín, en lo que considera su "mayor logro". "Yo jugaba en Unión cuando Gioja era presidente, estaba muy cómodo, incluso él me dio una casa y un auto, me acuerdo que era un Fiat Uno y Jorge Escobar (por entonces presidente de San Martín) me vino a buscar y por un capricho de él fui a San Martín, estuve 5 años y viví momentos inolvidables".

Hoy, con el físico muy parecido al que dejaba en ridículo a los defensores, se confiesa "hincha de Árbol Verde, con el corazón en Trinidad, y con un afecto enorme por Unión por todo lo que viví ahí, incluida la gran relación con los hinchas". Además, es un defensor del deportista sanjuanino, al que considera que "hay que darle más oportunidades y apostar por ellos", y por eso destaca en esa labor al subsecretario de Deportes Juan José Chica.

Hoy Galván recuerda que el fútbol fue una diversión y con el tiempo se transformó en un trabajo, que antes había mucho sacrificio y hoy ganó el aspecto físico. Mientras tanto sigue elaborando proyectos para poner al deporte de Chimbas en lo más alto, tal cual se propuso y por lo que ya está manos a la obra.