A por todo. Los hinchas de Unión buscan saltar el alambrado que separa la popular Sur de la platea Este y así encontrarse con sus pares de Desamparados. Un caos en pleno Bicentenario.

Cuando los disturbios en la tribuna Este ya habían pasado, provocando un detenido y destrozos en los baños de ambas cabeceras, todo hacia indicar que la semifinal seguiría. Pero el árbitro Sebastián Fernández no lo hacía por una simple razón: el comisario Pedro Rodríguez no le daba el aval para continuar debido a que le expresó que "con dos parcialidades no se puede jugar, ya se lo habíamos dicho a los dirigentes. Ya hubo problemas y habrá mayores si sigue el encuentro". En ese momento, dentro del campo de juego ya se encontraba el presidente de la Liga Sanjuanina de Fútbol, Alberto Platero, "pidiendole" al jefe del operativo "una chance más" para proseguir. Ante el "no" del jefe policial se fueron al hall de entrada al campo de juego a conversar entre árbitro, dirigente y comisario. La reunión se extendió por una decena de minutos y se "destrabó" por un llamado que llegó desde un sector del poder provincial, según contaron diversas fuentes consultadas. Luego, no hubieron más disturbios pero se vivió algo por demás curioso y que marca un alto grado de desorganización: parte del "acuerdo" para continuar la semifinal fue que cada presidente de club, Juan Valiente (por Desamparados) y Daniel Peña (de Unión) debía ubicarse en la popular de sus hinchas, como un modo de "desactivar" cualquier intención de generar nuevos conflictos. Insólito por dónde se lo mire.

Disyuntiva. El árbitro Sebastián Fernández, el comisario Pedro Rodríguez y el presidente de la Liga, Alberto Platero (de espalda), en plena reunión.


Ahora, ¿puede la Policía no saber que hay que colocar un cordón de efectivos en la tribuna Este para evitar este tipo de incidentes? Sólo la fuerza de seguridad sabe la respuesta, lo que quedó claro ayer es que por ineficacia u omisión, se brindó otro papelón más. Y van...