El fútbol tiene tantas vueltas como la vida misma y para Mauro Ramiro Milano ahora es momento de ponerse una camiseta contra la que vivió duelos inolvidables, dramáticos e intensos. Es que el delantero de 30 años, nacido en Chacabuco, Buenos Aires, arregló su incorporación al plantel de Atlético San Martín, cruzando una línea imaginaria que lo llevó de ser acérrimo rival a refuerzo. Milano llega desde Huracán de Parque Patricios, el club que fue su casa y que lo recibió por tercera vez en su carrera tras el debut en 2002. Estuvo en ese primer ciclo hasta el 2005 y pasó a Querétaro de México para regresar al Globito en ese mismo 2005. Se ganó un lugar y en 2007 fue protagonista de la enorme campaña de Huracán que lo terminó enfrentando contra San Martín en junio de ese año. En la ida de esa serie por el ascenso, el sábado 9 de junio, Milano tuvo rol protagónico cuando convirtió el único gol de esa primera final que posteriormente no le alcanzaría en la revancha para subir a Primera. En ese plantel, compartió camarines con uno de los ídolos actuales de San Martín, Federico Poggi.
Tras la caída contra San Martín en esa serie del 2007, Milano consiguió el ascenso en la Promoción pero no alcanzó a jugar en Primera División con Huracán ya que partió al fútbol de Grecia donde jugó en el Asteras Tripolis y el Iraklis hasta el 2010. En 2011 regreso al país para jugar en Defensa y Justicia donde no pudo consolidarse y nuevamente fue Huracán el que lo recibió para tenerlo como protagonista de una campaña compleja para salvar la categoría. En los últimos tramos perdió presencia a raíz de algunas molestias físicas y cuando se presentó la propuesta de San Martín, Milano decidió cruzar la línea como antes lo había hecho Federico Poggi y desde ahora es un Verdinegro más que llega para ir por uno de los ascensos que propone esta temporada de la Segunda División.