El partido que Alianza y Desamparados jugaron ayer en Santa Lucía fue de todo, menos amistoso. Por inconvenientes que comenzaron adentro del campo de juego y que contagió a un grupo de barras de Desamparados, se interrumpió el duelo que ganaba Alianza por 3 a 1.
Los incidentes comenzaron cuando Augusto Alvarez y ‘Moto’ Gutiérrez pasaron, de decirse un par de cosas, a los puños. Que derivó en jugadores que intentaban calmar los ánimos y otros que buscaban ajustar cuentas. Cuando se apaciguaban los ánimos adentro de la cancha, un par de grandes piedras cayeron al césped, que salieron de un grupo de barras de Sportivo, por lo que inmediatamente se dio por finalizado el partido para que no creciera más la violencia en un partido de pretemporada.
Hasta ese momento, Alianza controlaba el partido y el marcador. Los dirigidos por Beto Gómez, que reanudan el campeonato del Argentino B el último fin de semana de enero frente a Unión, habían logrado con el orden defensivo y la velocidad de sus delanteros hacer mejor las cosas que los dirigidos por Dillon, que reanudarán el primer fin de semana de febrero su participación en la B Nacional, ante Rosario Central.
En el comienzo del juego, Sportivo tuvo más tiempo la pelota, pero le faltaba profundidad. Alianza abrió el marcador con un centro pasado que Omar Díaz quiso despejar, pero terminó enviando la pelota al otro palo de Aguiar.
En el inicio del complemento llegaron 3 goles en 3 minutos. Rubén Ceballos, con un cabezazo tras un tiro de esquina, marcó el 2-0. Ahí nomás descontó Hernán Lamberti con una volea de afuera del área y Alianza volvió a escaparse en el marcador con una rápida contra que sentenció Martín Alaniz.
A Sportivo le costó asimilar ese tercer gol y Dillon buscó variantes por las bandas, con los ingresos de Anívole por derecha y de Rosales por izquierda, para asociarse con Alvarez. Pero Alianza no pasaba grandes sobresaltos, aunque las infracciones iban en aumento hasta que se ‘encontraron’ Alvarez y Gutiérrez y lo deportivo completamente tapado.

