Otra vez, el mismo calor. El que solamente puede irradiar el fútbol grande de Argentina. El que amplió sus límites para que a partir del año que viene sean 30 los equipos participantes. Y a ese tren pudo subirse San Martín. El Verdinegro sanjuanino por tercera vez es de Primera, luego de las bombas de emociones que se activaron en 2007 y 2011.

La última explosión fue el reciente 7 de diciembre, con la cómoda victoria por 3-0 ante Ferro, en Concepción, tras una campaña que puede dividirse en 3 etapas. Primero, la deuda de visitante que se arrastraba de la temporada pasada, luego la seguidilla de 5 victorias consecutivas que disparó a las nubes las expectativas y por último el bajón futbolístico que le dio una buena dosis de dramatismo a la previa al último encuentro.

Lo cierto es que Darío Forestello, el entrenador que llegó para esta campaña y se alejó al concluirla, predijo que con 30 puntos obtenidos en 20 partidos alcanzaban para estar en el lote de los 5 mejores, entre 11 participantes, quienes conseguían el pasaje a Primera. Y los 31 puntos obtenidos en las 9 victorias, 4 empates y 7 caídas sirvieron para lograr el objetivo.

En el comienzo, San Martín ganaba de local pero perdía afuera. Hasta que, tras derrotar a Nueva Chicago en Concepción 2-0, en Mar del Plata venció sobre la hora 2-1 a Aldosivi y ahí se fraguó el mejor momento. Luego vino otra victoria 1-0 ante Guaraní Antonio Franco de Misiones y el triunfo más abultado de la campaña: 4-0 a Colón, en Santa Fe. El éxtasis fue en la presentación siguiente, con el 2-0 a Argentinos de Riquelme. Marcos Figueroa, uno de los favoritos de la tribuna, abrió el marcador con una comba perfecta de 35 metros. La primera ronda se cerró con un 0-0 ante Ferro en Caballito. Después vendría la sufrida segunda ronda, aunque nunca dejó de estar en el Top 5 de la tabla y ante Ferro sacó el pasaje ansiado. Nuevamente el Verdinegro es el embajador sanjuanino en el mejor fútbol del país. El año que viene se disfrutarán las mieles de este éxito.