En la última pelota, en ese saque de arco alto y largo del paraguayo Fernández, en el enganche de Erik Lima y ese bombazo impresionante que se clavó arriba, que no le dejó chances de reacción a Unsain. Ahí, en la última escena del partido, se le escurrió de las manos a Defensa y Justicia todo lo que había sabido construir durante 90 minutos. En el instante final, Botafogo se quedó con algo que no mereció y viajará a Florencio Varela con ventaja para le revancha del 20 de febrero.

 

Hasta ese bombazo, el Halcón impuso condiciones alto bajo una lluvia torrencial que no dio respiro en Río de Janeiro. El equipo de Beccacece (por suspensión del DT el que estuvo en el banco fue su ayudante Nicolás Diez) jugó de igual a igual, con sus mejores piezas.

 

No se guardó nada pensando en la Superliga y supo manejar la pelota entre los charcos del campo de juego del estadio Nilton Santos. Con Leonel Miranda como eje en el medio y con Ciro Rius y el Uvita Fernández atentos arriba para sacar frutos de un descuido de la defensa local. 

 

Mordió y jugó Defensa. Y eso alteró el ánimo de los futbolistas de Botafogo, que sin armas futboleras para superar a su rival, pegaban más de lo que jugaban. Un disparo desde afuera de Marcinho que desvió Unsain con la punta de sus dedos había sido la jugada más peligrosa de la primera parte. Hasta que en el cierre, ya cuando los locales murmuraban a sus jugadores, apareció el bombazo de Erik, fuera de contexto.

 

Al equipo de Varela le faltó justeza en los metros finales. Ganó con autoridad la pulseada en el mediocampo pero no tuvo la claridad para lastimar arriba. 

 

Pudo haberse llevado el premio mayor en una contra rápida que definió Nicolás Fernández con un zurdazo potente al primer palo pero que sacó bien el arquero paraguayo Roberto Fernández.

 

Pese a lo duro que fue ese gol agónico, el equipo argentino demostró en Brasil que tiene armas suficientes para superar a Botafogo y avanzar en la Copa, aunque el comodín del plus por marcar de visitante ahora estará en manos de su rival.