Nació de la mano de la religión y en menos de 10 años, de su credo cristiano evolucionó hacia un club deportivo. Así, Defensores de la Fe de Caucete -cuya personería jurídica está en trámite- está dando pelea para seguir haciendo uso del contrato de comodato que en octubre de 2015 el exintendente Juan Elizondo les otorgó bajo ordenanza 1781 ese sector de 4.500 m2 en la vieja Bodega Torrraga en calle 25 de Mayo.

La tarea pastoral es acompañada del deporte y 150 chicos que hacen fútbol, hockey césped y vóleibol. Incluyendo además que como iglesia cristiana les ofrecen la copa de leche como complemento y todos los implementos son provistos por la misma congregación. Hasta ahí, todo iba bien pero con fecha 12 de mayo les llegó una intimación judicial del actual intendente Julián Gil emplazándolos a dejar el predio en 10 días, desconociendo el comodato otorgado por la gestión anterior y cerrando cualquier instancia de negociación para tratar de no dejar a esos 150 chicos sin la chance de hacer algún deporte. Jorge Omar Flores es el representante de Defensores de la Fe y explicó que ellos quieren llegar a un acuerdo para tratar de no abandonar esta chance de colaborar con los chicos a través del deporte, pero se encontraron con la postura inflexible de Gil que ni los recibió.