Aquel tempranero adiós de hace una semana en el Masters 1000 de Madrid todavía resuena en la cabeza de Juan Martín Del Potro, que necesita reencontrarse con su mejor nivel en un superficie siempre complicada y justo antes de Roland Garros. Con esa meta,su camino comenzó ideal en Roma, donde venció en sets corridos al griego Stefanos Tsitsipas (43° ATP).

No fue fácil el arranque de su partido en el Abierto italiano. Delpo, 4º preclasificado, dejó escapar un break point en el segundo game e, inmediatamente en el siguiente, sufrió el quiebre de su servicio. El griego lo complicó y hasta llegó a verse 4-2 arriba en el marcador.

Fue entonces cuando el tandilense se despertó, ayudado es cierto por los problemas de servicio de Tsitsipas, que con una doble falta le devolvió el quiebre (4-4).

Si bien el argentino logró recuperarse para quedarse con el primer parcial, antes dejó escapar cuatro set point. Finalmente, con una devolución perfecta al saque del griego, logró el punto en el quinto break point del game (séptimo del partido) que fue su puerta de entrada al triunfo por 7-5.

En cambio, en el segundo set, Delpo fue una tromba. En un parcial perfecto, quebró en el cuarto game, no le dio chances a su rival de acercarse y con un último juego en cero, se impuso 6 a 3 para quedarse con el pasaje a octavos de final en una hora y 42 minutos de partido.

El sendero de Del Potro por Roma no tiene atajos. Su siguiente rival en el Foro Romano será el belga David Goffin (9º del mundo), quien necesitó tres sets para dejar en el camino al italiano Marco Cecchinato (5-7, 6-2 y 6-2).