Martes 5 de junio del 2007. Aeropuerto "Las Chacritas" de San Juan. El helicóptero del gobierno nacional que debía trasladar al entonces presidente, Néstor Kirchner, y el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, no arranca y entonces no queda otra que esperar quince minutos para su reparación. Según cuentan se dio este diálogo entre los políticos comenzado por el principal mandatario provincial.

-Te voy a pedir dos cosas que no vas a poder decir que no.

-¿Cuánto cuestan?

Tras escuchar Kirchner el valor en millones de pesos -cifra nunca revelada-, aceptó y así se dio inicio al sueño que esta noche se hace realidad con un estadio como el del Bicentenario de Pocito con las características más modernas. El otro pedido pasaba por construir el teatro del Bicentenario, una obra que hoy está en proceso de licitación. Pero el denominado finalmente Estadio del Bicentenario, que en su momento tuvo varios nombres "informales" como por ejemplo Único, es una realidad. Pasaron muchas cosas en el medio: la realización en su primera etapa a cuatro años de su anuncio, la concreción en un lugar donde hubo que expropiar más de una decena de hectáreas, Kirchner ya no podrá verla en directo, pero sí esta noche habrá y acaso en una paradoja del destino, un combinado que use los colores celestes y blanco de su amado Racing, y será nada menos que la selección Argentina que conduce Sergio Batista.

El pedido de Gioja para Kirchner por un estadio de cualidades inéditas en San Juan se dio días antes que San Martín lograra el ascenso a Primera el 16 de junio del 2007 y también cuando Desamparados estuvo cerca de llegar a la B Nacional. Con ese "respaldo" deportivo, Gioja se jugó sus fichas ante el presidente Kirchner, en lo que sería su penúltima visita a San Juan en ese rol.

La obra, con las condiciones exigidas tanto por FIFA como por la AFA y que tiene en su construcción total la idea de otras canchas como de tenis, hockey, básquetbol, tuvo un costo inicial fijado en 85,5 millones de pesos, según el gobierno provincial. Uno de los puntos más trascendentales en su creación pasó por el lugar elegido para su emplazamiento. Desde los departamentos de Chimbas y Sarmiento hicieron algunos tiros por elevación para quedárselo, aunque Gioja siempre afirmó que sería en los alrededores de la provincia debido al problema para la desconcentración de las 25.000 personas que tiene como capacidad. Así se definió que sea Pocito, en la Ruta 40 entre las calles 6 y 7, teniendo que hacer algunas obras para mejorar el aspecto vial. Claro que la expropiación de las 14 hectáreas no fue sencilla. Es más, el granjero Ricardo Díaz fue el último en "dejar\' sus 6,9 hectáreas -el más amplio de los cinco predios que expropiaron- en cerca de 700 mil pesos. Con eso definido llegó el momento de licitar la obra y en ese sentido fue la empresa "Petersen, Thiele & Cruz", la misma que hizo el Centro Cívico y que es propiedad de Enrique Eskenazi, la ganadora del proyecto. En febrero del 2009 se firmó el inicio de obra y asi la construcción puso primera, ya sin San Martín en la elite del fútbol nacional y con menos prisa en el ámbito deportivo. Se habló de un año para terminarlo en su primera fase, pero hubo muchas idas y vueltas hasta llegar a esta noche. La obra fue de cierta manera "acelerada" cuando a mediados de ese 2009 se designó al estadio del Bicentenario, en plena construcción, como una de las sedes para la Copa América del 2011 en nuestro país. Igualmente, lejos se estuvo de cumplir los plazos pautados en principio e incluso hubo algún malestar desde la Liga Sanjuanina de Fútbol por temor a no estar listo para semejante certamen. Otro "amague" de culminarlo en esta etapa primaria se dio en enero del año pasado cuando el presidente de la AFA, Julio Grondona, lo visitó junto a Gioja y Carlos Bilardo y prometió traer a la selección de Diego Maradona para estrenar el título mundial obtenido en Sudáfrica. No hubo ni vuelta olímpica, ni finalización de obra. El tiempo siguió pasando, pero esta noche la cuenta regresiva llegará a cero para vivir un momento histórico para la provincia. Un estadio que se gestó en la cabina de un helicóptero y que hoy toma vida para siempre.